Pochettino y su amor 'perico': "Siempre queda la espinita de volver"

Muchos piensan que Mauricio Pochettino dejó el banquillo del RCD Espanyol cuando no debía –o al menos no tocaba–. Desde aquel día en el ya lejano 2012 se ha hablado en muchas ocasiones de si existiría la posibilidad de tenerlo de vuelta, de poder retomar un camino que pareció no recorrer por completo. Escuchándole hablar, guardar esa esperanza es posible.

Aunque todos sabemos que el caché del entrenador argentino ha crecido enormemente desde su partida –ha pasado por Southampton, Tottenham Hotspur y Paris Saint-Germain–, de igual modo tenemos claro que su amor por el club 'perico' está fuera de toda duda. Por ello, y porque cree que le quedaron cosas por hacer en su primera etapa, no cierra la puerta ni mucho menos a un retorno en el futuro.

"Hablar de volver siempre es embarazoso. Diego (Martínez) es un gran entrenador y espero que esté muchos años en el Espanyol. Por supuesto que cuando uno ha sido jugador y que como entrenador pasara lo que pasó, a uno siempre le queda la espinita de volver y no por revancha ni mucho menos, sino para lograr cosas, poder darle a toda nuestra gente la alegría de pelear por cosas importantes", analiza.

Cuestionado por el contexto que debería darse para hacer realidad el sueño de muchos aficionados espanyolistas, tiene claro que contar con un proyecto que le convenza es primordial para ello.

"Pochettino, en una segunda etapa como entrenador, escucharía qué tipo de proyecto, cuáles son los objetivos. En un proyecto donde los objetivos sean claros y las herramientas para conseguirlos estén ahí, por qué no, me lo habría pensado", expresa en relación a qué hubiese ocurrido a lo largo de los años ya pasados.

Por último, el ídolo de la afición 'perica' recalca que la ilusión por dar a los aficionados todo lo que merecen es fuego en su interior; tanto es así que viendo cómo la fue en su primera etapa, tiene claro que es necesario volver para situar al club en el lugar que merece entre los más grandes del fútbol español.

"No era el momento de irse pero había que hacerlo. Me fui con la sensación de volver algún día y darle al club la mejor calidad que merece. Algún día está siempre la idea de volver a un club con el que los lazos emocionales no se van a romper nunca", sentencia dejando claro que no es un entrenador más, sino un apasionado seguidor del Espanyol que regresaría para intentar que el club olvidase de una vez por todas la lucha por la permanencia.