Arabia entra en escena y deja la renovación de Casemiro en el aire

El futuro de Casemiro vuelve a estar en un punto extraño: ni dentro, ni fuera, pero cada vez más pendiente de los números que de los sentimientos. El brasileño termina contrato el próximo verano y, aunque Ruben Amorim insiste en que quiere seguir contando con él, la ecuación es más compleja. Muy simple y muy cruda: o el United mejora su salario… o Arabia lo hará por ellos.

El siempre fiable Fabrizio Romano lo resumió con una frase corta, pero nítida: “Depende de las finanzas. Depende del salario”. Y eso lo explica todo. Casemiro es uno de los jugadores mejor pagados del vestuario, supera ampliamente las 300.000 libras semanales, y la nueva estructura deportiva del club, con Sir Jim Ratcliffe al mando, quiere evitar repetir ese tipo de contratos.

Casemiro, recuperado para la causa

Lo paradójico es que, justo cuando más dudas hay sobre su futuro, Casemiro ha vuelto a ser importante. Amorim lo ha recuperado como ese mediocentro que da equilibrio, que ordena y que tapa incendios antes de que prendan. El técnico no se cansa de elogiar su disciplina, su liderazgo y su influencia dentro del vestuario.

Romano añadió detalles sobre esa visión del United: “Casemiro está trabajando muy bien y se ha convertido de nuevo en un jugador crucial para el entrenador”. El problema es que el rendimiento, por sí solo, no resuelve el tema económico.

Arabia insiste… y Casemiro escucha

Mientras el United se piensa si activar la opción de renovar un año más, Arabia sigue al acecho. Las propuestas no son nuevas.

Y es que el mediocentro brasileño lleva recibiéndolas desde hace tiempo, pero esta vez llegan en un momento en el que el futbolista está valorando seriamente qué quiere hacer con la recta final de su carrera. Allí le ofrecen un contrato gigantesco, de esos que hacen cambiar todas las prioridades que pueda llegar a tener.

El jugador, centrado por ahora

La gente de su entorno insiste en que Casemiro está “plenamente centrado” en esta temporada. Sabe que necesita continuidad para mantener su tono competitivo y seguir en los planes de Brasil de cara al Mundial. La llegada de Ancelotti ha sido un bálsamo para él. El italiano confía en el ex del Real Madrid más que nadie. Pero también es realista: si el United no se mueve, alguien más lo hará.

Por eso, su continuidad depende del dinero. Y el reloj, poco a poco, empieza a marcarle el ritmo a una renovación que ya no parece tan sencilla.