La destitución de Vilda no apaga el fuego en la selección femenina de fútbol

En el vestuario de la selección femenina de fútbol no acaba de gustar del todo el nombramiento de Tomé como sustituta de Vilda; recuerda que también participó en las reuniones individuales durante la crisis de las 15

La destitución de Vilda no apaga el fuego en la selección femenina de fútbol
Montse Tomé, celebrando el Mundial. - @montse_tome
Alejandro SáezAlejandro Sáez 3 min lectura

"He sido cesado injustamente", defendía el ya exseleccionador español de fútbol femenino Jorge Vilda en la Cadena Ser. Unas palabras con las que explicaba cómo había sido su destitución: "Ha sido una reunión Rocha. La explicación ha sido 'cambios estructurales'".

Y a rey muerto, rey puesto. Destituido Vilda, la RFEF anunció a Montse Tomé como nueva seleccionadora nacional absoluta del equipo femenino. El Mundial conseguido semanas atrás por España no ha sido suficiente para que Vilda salvara su cabeza, siendo una víctima más de toda la polémica generada por Luis Rubiales y su beso a Jenni Hermoso.

Montse Tomé, hasta ahora ayudante de Jorge Vilda en el cuerpo técnico de la selección, asume ahora su puesto como entrenador principal, teniendo su primer reto en septiembre en la UEFA Nations League, donde el combinado nacional se juega su clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024.

En cualquier caso, la decisión tomada por Rocha y los nuevos rectores de la RFEF, parece no haber contentado del todo en el seno de la selección femenina. Entienden que el paso dado en la idea de limpiar la imagen del fútbol español no rompe del todo, no acabando de convencer a la gran mayoría de las internacionales españolas el nombramiento de Tomé. Tanto a nivel privado como público, a través de un comunicado, han pedido cambios profundos en el organigrama federativo del fútbol femenino, por lo que consideran que optar por la línea continuista y nombrar a la mano derecha de Vilda durante todo este tiempo no es la mejor opción para hacer olvidar todo lo sucedido.

De hecho, son muchas las jugadoras que en privado habrían recordado que la nueva seleccionadora también participó de las reuniones individuales mantenidas durante la crisis de las 15 jugadoras que renunciaron a ser convocados. Una crisis que rompió la unión del vestuario.

Está por ver cómo evoluciona ahora el plantel de la selección femenina. Tanto las que solicitaron la dimisión de Vilda como las que se negaron a ir con España mientras él siguiera. Véase los casos de las azulgranas Mapi León, Patri Guijarro o Claudia Pina; lo que les costó el Mundial.

La opinión mayoritaria en el seno del vestuario, en cualquier caso, es que hubieran preferido que la RFEF optara por una vía que rompiera más. Una idea rupturista representada en la figura del técnico del Levante Luis Sánchez Vera, con muy buena relación con muchas de las jugadoras del combinado nacional.

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