Arabia cierra el grifo

Tras el indecente gasto en fichajes del mercado de verano, que fue de 950 millones de euros, la liga saudí ha cerrado el grifo de los petrodólares, gastando solo 23, mientras lucha por mejorar una imagen muy deteriorada tras huidas como las de Henderson

Arabia cierra el grifo
Mané y Talisca celebrando un gol con el Al-Nassr - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 4 min lectura

La Saudi Pro League llegó como un ciclón el pasado verano, fichando a diestro y siniestro, en su afán por convertirse en un liga de referencia en el mundo del fútbol internacional. Este tipo de ligas menores pero con un capital altísimo suelen ser siempre un 'cementerio de elefantes' donde las estrellas del pasado van a vivir sus últimos años de fútbol, pero la apuesta del país árabe fue diferente. Si bien grandes 'totéms' del fútbol mundial pescaron su último gran contrato, los petrodólares también convencieron a muchos jóvenes con toda su carrera por delante, como fue el caso de Gabri Veiga. En total fueron 950 millones de euros de gasto acumulado entre los 18 clubes que forman la competición, pero ahora seis meses después, esa inversión ha sido sumamente menor y en todo el mercado invernal han sido 23 los millones invertidos. Además de que algunos de los fichajes de relumbrón han regresado a Europa tratando de 'escapar' de allí.

Cuando Cristiano Ronaldo, Benzema Neymar o Sadio Mané entre muchísimos otros, pusieron un pie en la península arábiga para darle un salto de calidad a la competición doméstica, se las prometían muy felices los dirigentes de un país sueña con mejorar drásticamente el nivel de su fútbol, de cara a organizar el Mundial 2034, pero lo que parecía un camino dorado, ha pasado a ser algo mucho más espinoso de lo esperado. Con Benzema peleado con el Al-Ittihad, de donde ha buscado la forma de salir descaradamente, Neymar lesionado de larga duración y con la imagen mundial muy deteriorada, ahora lo han tenido mucho más complicado. En esta ventana, el gasto ha sido de 23 millones y en lugar del ejército de estrellas de verano, ha habido muy pocos movimientos.

Casi todos los nombres son de desconocidos para el gran público, salvo Ivan Rakitic, que abandona Sevilla para tener un merecido retiro de oro en el Al-Shabab; Renan Lodi, que tras el pago de 23 millones al Marsella, jugará en el Al-Hilal (este ha sido el único gasto de toda la competición) y el cordobés Álvaro Medrán, que cambia de equipo, pero no de liga, y se va desde el Taawoun al Ettifaq de Steven Gerrard, el conjunto más activo. Los movimientos interclubes como el del canterano del Real Madrid han sido la fórmula más usada.

La mala imagen del fútbol en el país asiático ha crecido aún más tras fugas como la de Jordan Henderson, que después de unos meses ha cambiado Riad por Amsterdam para jugar en el Ajax. El ex capitán del Liverpool declaró que no se encontró lo que le prometieron, en una confesión que puede ser el freno para otras estrellas que piensen probar suerte allí en un futuro.

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