Un fichaje de Champions para el Athletic

Iván Martín es uno de los futbolistas más cotizados de la plantilla del Girona. El mediocentro bilbaíno estuvo en la agenda del Athletic Club el pasado verano y llegó a tantear su posible incorporación pero finalmente el futbolista del Girona, que en ningún momento llegó a forzar su posible salida y aunque en cierta parte le gustara la idea de volver a casa, también sentía que le debía fidelidad al club que más le ha dado y con el que además a iba a poder estrenarse en la Champions League.

Esa breve historia de amor acabó como ya saben, con el propio jugador renovando su contrato con el Girona unos meses más tarde, quien le mejoró sus condiciones económicas y también le subió la cláusula de rescisión hasta los 20 millones de euros. Sin embargo, el Athletic no se ha olvidado de Iván Martín, al menos así lo asegura hoy el diario Marca, que desvela que Mikel González sigue teniendo muy en cuenta al centrocampista del conjunto catalán.

No es que se hayan producido movimientos a estas alturas de la temporada pero sí que el director deportivo del Athletic Club lo sigue teniendo en el radar en el caso de que se pueda poner a tiro el próximo verano. La dirección deportiva rojiblanca ya está dando forma a la planificación de la plantilla de la próxima temporada con la idea de que volverán a la Champions League, lo que obligará a confeccionar una plantilla con más fondo de armario pero también permitirá hacer una mayor inversión gracias a los ingresos que ofrece la máxima competición continental.

Así, en el Athletic está a la espera de que acaben la temporada para saber si finalmente el Girona acaba jugando competición europea o no, en caso de que no lo consiga, confían en que el Girona acabe rebajando de forma considerable el precio de su cláusula de rescisión, lo que sí permitiría al Athletic hacer una ofensiva por el ansiado mediocentro.

Mientras tanto, el futbolista ha comenzado la fase de recuperación tras confirmarse según las últimas pruebas médicas que sufre una rotura muscular en los isquiotibiales que lo mantendrá lejos de los terrenos de juego entre cuatro y seis semanas. Un importante contratiempo para Míchel, que pierde a una pieza fundamental en su centro del campo para un tramo decisivo de la temporada y al que deberá sobreponerse si quiere devolver al equipo a los puestos europeos.