Míchel, contento tras la victoria ante la Real Sociedad, fija un objetivo claro: “Quiero llegar a 20 puntos antes de empezar la segunda vuelta”

El Girona salió reforzado de Anoeta con una victoria ante la Real Sociedad que va mucho más allá de la clasificación. El equipo de Míchel rompió una dinámica negativa, ganó por primera vez en un escenario históricamente adverso y recuperó energía anímica cuando más lo necesitaban

Míchel, contento tras la victoria ante la Real Sociedad, fija un objetivo claro: “Quiero llegar a 20 puntos antes de empezar la segunda vuelta”
Míchel piensa en los 20 puntos - CORDON PRESS
R. Sociedad

R. Sociedad

Finalizado1 - 2

Girona

Girona
GolG. Guedes35'
GolV. Tsygankov 76' , 84'

El entrenador del Girona, Míchel Sánchez, compareció satisfecho tras el triunfo de su equipo ante la Real Sociedad, consciente de que el resultado tiene un valor emocional difícil de cuantificar. El técnico madrileño destacó el sufrimiento acumulado del vestuario y la respuesta del equipo en un contexto especialmente exigente, tanto por el rival como por la situación clasificatoria. “La victoria es muy importante para nosotros y estoy muy feliz por los jugadores porque están sufriendo”, reconoció tras el partido.

El entrenador puso el foco en la personalidad mostrada tras el descanso, cuando el Girona fue capaz de competir sin complejos en uno de los campos más complicados de LaLiga. “Después del 1-0 es difícil darle la vuelta al partido aquí, y pienso que en la segunda parte el equipo ha tenido mucha personalidad”, subrayó. Para Míchel, el triunfo tiene además un componente histórico y personal: “Es la primera vez que ganamos aquí y también la primera vez que gano a la Real como entrenador”.

Una segunda parte de personalidad y decisiones clave

Uno de los momentos determinantes del encuentro fue el cambio de Vanat al descanso, una decisión que el técnico explicó con total claridad. “He quitado a Vanat porque no estaba bien y me ha dicho que no tenía energía para jugar. Tiene problemas gástricos”, detalló, antes de justificar la entrada de Joel Roca, a quien elogió abiertamente: “Tiene movilidad, energía y ganas de hacer bien las cosas”.

Más allá de los nombres propios, Míchel valoró la capacidad del equipo para jugar con balón en un escenario donde el error suele pagarse caro. “Hemos sabido estar bien con el balón y hemos hecho buenas salidas gracias a la movilidad de Arnau y Daley Blind, con pases de riesgo”, explicó. Un aspecto que considera especialmente meritorio dada la situación del equipo: “Es difícil en la situación en la que está el equipo”.

Salir del descenso y mirar a los 20 puntos

En el plano clasificatorio, el técnico fue prudente, pero no ocultó la importancia del resultado. “Por primera vez en mucho tiempo estamos fuera del descenso, aunque tendremos que ver qué hacen los demás”, señaló. Tras 15 jornadas consecutivas en posiciones comprometidas, el Girona respira, aunque Míchel insistió en no perder el foco: “Quiero llegar a 20 puntos antes de empezar la segunda vuelta”.

El entrenador recordó que la lucha seguirá siendo larga y exigente, pero que ahora el equipo se encuentra en una posición mentalmente más favorable. “Continuaremos sufriendo, pero este sufrimiento es mejor cuando estás cerca del resto de equipos”, reflexionó.

Arnau, el alma; Tsygankov, el diferencial

En su análisis individual, Míchel no dudó en destacar el papel de Arnau Martínez, al que situó como una pieza central del equipo. “Para mí, el jugador más importante de la plantilla ahora mismo es Arnau. Hace todo lo que tiene que hacer en ataque y en defensa”, afirmó, diferenciando talento y liderazgo emocional: “Ounahi es diferencial por talento, pero el alma solo la tienen algunos jugadores como Stuani, Portu o Arnau”.

Por último, el técnico se rindió al rendimiento del gran protagonista ofensivo. “Viktor es un jugador increíble y diferencial. Trabaja muy bien en defensa y necesitamos que siga marcando goles porque le necesitamos mucho”, concluyó.

La imagen final del vestuario, según describió Míchel, fue la de un grupo liberado, consciente de que el triunfo en Anoeta puede marcar un antes y un después en una temporada que aún exige resistencia, pero que ahora ofrece un nuevo punto de apoyo.