Quique Cárcel, sincero sobre el mal momento del Girona: “No estoy contento, pero confío plenamente en Míchel”
El director deportivo del Girona, Quique Cárcel, reconoce que el inicio de temporada ha sido “muy duro” y que el club vive un periodo de transición tras un mercado exigente. Pide paciencia, reafirma su apoyo a Míchel y destaca que el objetivo inmediato es salir del descenso

El Girona FC atraviesa días de incertidumbre. Tras un arranque de temporada marcado por los malos resultados, solo 6 puntos en 8 jornadas, y la pérdida de piezas clave durante el mercado de verano, el club catalán busca reencontrar la estabilidad que lo llevó a ser una de las revelaciones del fútbol español. En una comparecencia junto al CEO Nacho Mas-Bagà, el director deportivo, Quique Cárcel, ofreció una rueda de prensa repleta de honestidad, autocrítica y realismo sobre la situación que vive la entidad de Montilivi.
Cárcel comenzó agradeciendo el apoyo recibido durante las últimas semanas tras haber sufrido un problema de salud derivado del estrés del mercado. “Tuve un final de mercado muy complicado, no lo puedo esconder. El estrés me afectó a nivel personal, pero ahora me encuentro mejor. Pido disculpas por no poder dar la rueda de prensa anterior”, explicó visiblemente emocionado.
Un inicio difícil y un mercado que pasó factura
El Girona ha vivido un verano convulso, con la salida de jugadores fundamentales como Miguel Gutiérrez, Yangel Herrera o Ladislav Krejci, lo que ha obligado a Míchel a reconstruir el equipo prácticamente desde cero. “No estoy contento. Estamos en descenso y han sido semanas muy difíciles para todos”, reconoció Cárcel. “El mercado abierto generó incertidumbre; había jugadores importantes con ofertas para salir. Fue un periodo muy exigente”.
El director deportivo aseguró, sin embargo, que con la plantilla cerrada “el equipo ha mejorado” y que confía en la progresión bajo el mando de Míchel: “Hay que tener paciencia y dejar trabajar. Estoy cien por cien con él, y el club también. Míchel es un entrenador de proyecto y tiene nuestro máximo reconocimiento”.
Cárcel fue especialmente autocrítico con el desgaste mental que ha sufrido el club tras dos temporadas históricas. “Somos unos pardillos, todos. Hemos jugado Champions y quizá no fuimos conscientes de lo que vivíamos. El sobreesfuerzo mental fue enorme. Perdimos la perspectiva y cuando empezamos a perder, perdimos la motivación”, reflexionó.
Recordó que el presupuesto del Girona es el décimo de LaLiga, un dato que “demuestra el mérito de seguir compitiendo a este nivel”. “Soy un privilegiado por poder conducir este proyecto, pero hay mucha exigencia y eso genera presión. Venimos de abajo y no debemos olvidarlo”, añadió.
La afición, exigente pero clave
Los resultados también han afectado al ambiente en Montilivi: la asistencia ha caído un 13 % respecto al curso pasado, aunque Cárcel confía en revertir la situación. “Tenemos una afición de 10, pero exigente. Cuando ganemos, volverán a animarse. Contra el Valencia fueron decisivos”, afirmó.
Mirando al futuro con optimismo
Tanto Cárcel como Mas-Bagà coincidieron en que el club mantiene un proyecto sólido y sostenible, con margen para reaccionar y salir de la zona baja. “Venimos de un año muy duro, pero el grupo está comprometido. El objetivo inmediato es salir de abajo y recuperar las sensaciones. Vamos tarde en resultados, pero no en ambición”, concluyó el director deportivo.