Calero se queda sin centro del campo antes de visitar al Atlético de Madrid
El Levante viaja al Metropolitano con apenas dos centrocampistas disponibles. La sanción de Vencedor, la lesión de Pablo Martínez y el delicado estado de Oriol Rey complican la planificación de un Julián Calero que valora alternativas

El Levante vuelve a encontrarse ante una situación crítica en el centro del campo. La sanción de Unai Vencedor, unida a la lesión de Pablo Martínez y al estado aún delicado de Oriol Rey, deja a Julián Calero con únicamente dos jugadores naturales para ocupar la medular frente al Atlético de Madrid: Kervin Arriaga y Jon Ander Olasagasti. Esta combinación limita al técnico madrileño, consciente de que se trata de una posición decisiva para sostener la estructura del equipo.
La irrupción de Arriaga ha sido una de las mejores noticias recientes. El hondureño se ha revelado como un centrocampista capaz de abarcar campo, sostener defensivamente al equipo y aportar llegada. Sin embargo, su carga física preocupa, ya que la rodilla le envía avisos cuando acumula esfuerzos. El propio Calero ha advertido de la necesidad de gestionar su participación, especialmente teniendo en cuenta la acumulación de minutos con su selección. El entrenador fue claro al respecto: mantener el equilibrio en su uso resulta imprescindible para no comprometer el estado del jugador.

En paralelo, Olasagasti se perfila como la otra pieza disponible para sostener la medular. Su perfil más asociativo y de control aparece como complemento del despliegue físico de Arriaga, aunque Calero contará con un margen muy reducido de maniobra en esa parcela.
El estado de Oriol Rey
La principal incógnita del técnico es Oriol Rey. El centrocampista ha arrastrado en las últimas semanas una colitis bacteriana que le ha provocado una pérdida de cerca de cinco kilos de peso. Esta situación le ha impedido competir y le ha dejado muy debilitado. Según explicó Calero, el jugador ya realiza parte del trabajo en las instalaciones de Buñol con la intención de acercarse poco a poco a su mejor estado. Pese a ello, su disponibilidad es una incógnita real de cara al choque en Madrid.
Rey fue baja ante Mallorca, Orihuela y Celta debido a este proceso. Su evolución será fundamental para calibrar si puede ayudar, aunque sea de forma puntual. "Por lo menos espero que nos pueda ayudar", señaló Calero, evidenciando la urgencia de recuperar efectivos en una demarcación que ahora mismo está comprometida.

Vencedor, sancionado; Pablo Martínez, fuera
La sanción de Unai Vencedor añade un obstáculo más. El mediocentro fue expulsado en el encuentro anterior y no estará disponible en el Metropolitano. Por su parte, Pablo Martínez continúa de baja por lesión, lo que agrava la situación y deja a la plantilla sin varias piezas importantes en una posición clave para Calero.
El propio entrenador reconoció recientemente que el crecimiento del equipo durante la temporada se ha sostenido, en gran parte, por la recuperación de centrocampistas. "El gran cambio de la jornada tres en adelante ha sido porque hemos tenido centrocampistas", explicó. Un mensaje que evidencia la importancia que otorga a la posición para que la estructura táctica del Levante funcione.

Alternativas para el Levante y recursos del filial
Ante este escenario, Calero contempla otras opciones. Una de ellas es recurrir a Unai Elgezabal. El jugador ya actuó como pivote en la Copa del Rey frente al Orihuela, y Calero lo utilizó en esa función durante su etapa en Burgos. Su presencia podría ofrecer un perfil de contención para dar descanso o complementar a los mediocentros.
Otra alternativa pasa por nutrirse del filial. Pablo Rosón espera una posible llamada para acompañar a la expedición que viaje a Madrid. Su presencia dependerá de si finalmente Rey está disponible o no.

La visita al Metropolitano obligará al Levante a afrontar un encuentro exigente con recursos muy limitados en la medular. Con Arriaga como referencia en el despliegue físico, Olasagasti como apoyo, y las dudas sobre Rey, Calero deberá encontrar la fórmula para mantener equilibrio en una zona clave. El técnico, consciente de la dificultad, confía en recuperar efectivos cuanto antes para preservar la competitividad del equipo.