Se cierra lo de Rabiot

El Tribunal de Apelación de París ha fallado a favor del centrocampista francés Adrien Rabiot, condenando al Paris Saint-Germain a reembolsar 1,3 millones de euros retenidos indebidamente durante su tiempo en el club.

Una suspensión que el tribunal consideró arbitraria

El caso tiene su origen en 2018, cuando el PSG decidió excluir a Rabiot de los entrenamientos y convocatorias tras un desencuentro con la dirección deportiva. El futbolista, hoy en las filas del Olympique de Marsella, optó por denunciar al club por lo que calificó como una exclusión injustificada.

Según argumentó su abogado, Romuald Palao, el PSG incurrió en un claro abuso de autoridad, al mantenerlo apartado del grupo sin base legal. El tribunal determinó que esta medida vulneró los derechos laborales del jugador, considerando que la sucesión de contratos temporales entre ambas partes configuraba, de hecho, una relación contractual indefinida.

Victoria histórica para una figura del fútbol francés

El fallo no solo obliga al club parisino a devolver el importe retenido (incluyendo salarios, primas y otros beneficios contractuales) sino que también sienta un precedente legal en Francia, al tratarse de la primera vez que se aplica esta interpretación en un caso de un jugador de tal relevancia.

Durante los últimos meses de su etapa en el PSG, Rabiot fue marginado del equipo por no querer renovar su contrato, el cual expiraba en junio de 2019. Según el propio jugador, fue forzado a abandonar el club. En particular, se le retiró la prima ética, un componente salarial condicionado al comportamiento del futbolista.

El Tribunal entendió que dicha retirada fue injustificada y motivada por represalias, al igual que la restricción a participar en partidos oficiales durante más de siete meses. “Esta decisión judicial reconoce que el club utilizó su posición de poder para presionar a un empleado de forma indebida”, explicó el letrado Palao al diario deportivo L’Équipe.

Una batalla legal que llega a su fin tras seis años

Rabiot inició este proceso judicial en mayo del año pasado, y tras varios meses de estudio del caso, la justicia francesa le ha dado la razón. La sentencia marca el cierre de un largo conflicto que comenzó con su exclusión en 2018 y termina con una indemnización millonaria en su favor.

Este veredicto refuerza el debate sobre los límites de la autoridad de los clubes en la gestión de sus futbolistas, y pone en tela de juicio ciertas prácticas contractuales que, aunque comunes en el mundo del deporte, pueden chocar con los derechos fundamentales de los trabajadores.