Pogba rompe su silencio tras volver: "El diablo intenta hablarte, pero Dios existe"

El centrocampista francés regresó más de dos años después y dejó un mensaje profundo tras su debut con el Mónaco en plena búsqueda de redención

Pogba rompe su silencio tras volver: "El diablo intenta hablarte, pero Dios existe"
Pogba volvió dos años después a los terrenos de juego - Cordon Press

Paul Pogba volvió a sentirse futbolista después de 811 días. Su reaparición, tardía y cargada de emoción, no solo devolvió al césped a un campeón del mundo, sino que también dio paso a unas palabras impactantes en las que habló de fe, sufrimiento y de su carrera, todavía pendiente de reconstruir.

Un regreso esperado y cargado de simbolismo

El Mónaco cayó por 4-1 ante el Rennes, pero la gran historia del partido llegó en el minuto 85. Allí, entre ovaciones y una mezcla de alivio y nostalgia, Paul Pogba volvió a pisar un campo de fútbol. No lo hacía desde septiembre de 2023, cuando su carrera se detuvo tras un positivo por DHEA que desembocó en una sanción inicial de cuatro años, posteriormente reducida a 18 meses por el TAS.

El internacional francés, que firmó en verano por el Mónaco con el objetivo de reconstruir su camino, reconoció sentirse sobrepasado por la reacción de la grada. “Ver al público levantarse y aplaudir, nunca imaginé que sucedería”, confesó después, aún con el pulso acelerado por el reencuentro con la competición.

Pogba se abre: fe, sufrimiento y un mensaje contundente

Tras más de dos años de espera, Pogba describió su regreso como “un alivio”. Pero lo más llamativo fueron sus palabras sobre el proceso vivido durante su sanción. “Trabajamos y esperamos más de dos años… y gracias a Dios se acabó. Con todo lo que pasó, soy yo quien más sufrió. A veces el diablo intenta hablarte en la cabeza para decirte que se acabó, pero Dios existe”, expresó con absoluta franqueza.

El francés, que siempre defendió su inocencia, insistió en que jamás dejó de creer en sus capacidades: “Como sabía que no había hecho nada malo y que no era mi culpa, nunca perdí la esperanza”. Su discurso mezcló fe, orgullo y una vulnerabilidad poco habitual en un jugador de su perfil.

Autocrítica y una advertencia sobre su futuro con Francia

Pese a la emoción del momento, Pogba mantuvo los pies en el suelo. Su entrada dejó detalles, pero también dejó claro que necesita ritmo competitivo. “Aún queda trabajo por hacer para recuperar la forma física y jugar los 90 minutos”, explicó. Y lanzó un mensaje realista sobre su futuro con la selección francesa: “Si no tengo un buen rendimiento en el Mónaco, puedo olvidarme de la selección”.

Con 32 años, Pogba sabe que cada minuto cuenta. La Ligue 1 vive un curso exigente y el Mónaco afronta una semana clave con Champions y un duelo ante el PSG, retos que podrían marcar el ritmo de su recuperación.

Su historia aún no ha escrito el siguiente capítulo, pero Pogba ya dio el paso más difícil: volver. Y lo hizo dejando claro que su fe, su orgullo y su ambición siguen intactos.