Osasuna encara la visita de la Real Sociedad entre lesiones, bajas y urgencias por reaccionar

Osasuna completó una nueva sesión en Tajonar marcada por las ausencias y la necesidad de levantar el rumbo tras cuatro jornadas sin ganar. El equipo de Alessio Lisci trabaja a contrarreloj para recuperar efectivos y afinar detalles antes de un duelo en El Sadar, clave para frenar la mala dinámica reciente

Osasuna encara la visita de la Real Sociedad entre lesiones, bajas y urgencias por reaccionar
Osasuna afronta una nueva jornada pendiente de la enfermería - CORDON PRESS

Osasuna volvió a ejercitarse en Tajonar con varias ausencias significativas a solo dos días de recibir a la Real Sociedad en un Sadar que espera una reacción inmediata. El equipo de Alessio Lisci atraviesa un tramo complicado, con cuatro jornadas consecutivas sin conocer la victoria, tres derrotas y un empate, y una plantilla cada vez más condicionada por la acumulación de lesiones. El técnico italiano continúa buscando fórmulas que permitan al equipo competir con mayor solidez, al tiempo que mantiene el pulso con un calendario exigente y una presión creciente desde la grada.

En el arranque de la sesión, desarrollada inicialmente a puerta cerrada, la plantilla realizó ejercicios de activación y situaciones de balón parado, una de las prioridades de Lisci tanto en campo propio como en zona de ataque. La idea del entrenador pasa por ajustar detalles que puedan marcar diferencias en partidos igualados, especialmente ante rivales de alto nivel como la Real Sociedad. Tras esa primera parte más táctica, el grupo completó la mañana con el habitual fútbol-tenis, una fórmula recurrente para rebajar carga y mantener dinamismo.

Una plaga de lesiones que condiciona cada plan

La situación médica sigue siendo el principal quebradero de cabeza. Lucas Torró participó solo de forma parcial dentro de su plan específico de reincorporación, mientras que varias piezas clave como Valentin Rosier, Iker Benito, Jon Moncayola y Ante Budimir, continuaron al margen recuperándose de sus respectivas lesiones. En un equipo que ya sufre por falta de desequilibrio y profundidad, las bajas se han convertido en un lastre evidente. La ausencia de Moncayola, cuya presencia sigue pendiente de evolución, deja un vacío táctico notable en el centro del campo, mientras que Budimir, referencia ofensiva en los últimos cursos, sigue sin poder competir.

La situación se complica aún más con la falta de Sheraldo Becker, que no se ejercitó al haber disputado en la madrugada del miércoles un encuentro clasificatorio para el Mundial de 2026 con Surinam. La carga de minutos y el viaje obligan a dosificar su regreso, lo que limita alternativas de velocidad para el frente de ataque.

El ataque, con pocas certezas

Con este panorama, Raúl García de Haro vuelve a perfilarse como titular en la punta de ataque. El delantero ha asumido el papel de referencia durante las ausencias de Budimir y se espera que repita presencia en el once. La falta de efectivos abre la puerta a que Lisci tenga que ajustar sistema y roles, buscando equilibrio entre competitividad y prudencia física, conscientes de que cada esfuerzo cuenta en un equipo muy tocado.

Osasuna completará este viernes la última sesión de preparación antes de la visita de la Real Sociedad. Será a puerta abierta, a partir de las 11.00 horas, en un entrenamiento que promete esclarecer las dudas pendientes y comprobar si alguno de los lesionados puede apurar sus opciones. Posteriormente, Alessio Lisci comparecerá ante los medios en la rueda de prensa previa, donde se espera que actualice la situación médica y transmita las sensaciones del equipo antes de un choque que, aunque aún queda mucha liga, tiene aroma de examen para los rojillos.

El conjunto navarro sabe que El Sadar empujará como en las grandes citas. Falta que el equipo recupere frescura, efectivos y confianza para responder a un tramo de temporada que ya empieza a exigir mucho más que resistencia.