Guerra total en la Premier League: qué es el anchoring y por qué amenaza con cambiar el fútbol inglés por completo

La batalla por el anchoring divide a la Premier y amenaza con llevar el conflicto al terreno judicial

El fútbol inglés vive días de tensión máxima. La Premier League se prepara para votar un sistema que pretende limitar el gasto de todos los clubes con un tope único y artificial. Lo que nació como una idea para equilibrar el campeonato se ha convertido en un polvorín que enfrenta a los gigantes del país, al sindicato de jugadores y a los abogados especializados en derecho deportivo.

Un modelo que desafía la lógica económica

La propuesta del anchoring parte de una premisa tan simple como particular: fijar el gasto máximo de todos los clubes a partir de cinco veces lo que ingresa por conceptos centralizados el que menos cobra. No importa lo que genere cada entidad. No importa la capacidad real de City, Chelsea o United para sostener plantillas multimillonarias. Se trata de un techo común, rígido y ajeno al músculo financiero de cada uno.

Una aprobación que ya nace cuestionada

Para que el modelo salga adelante se necesitan 14 votos de los 20 clubes, y ahora mismo la cifra está lejos de alcanzarse. Manchester City y Manchester United ya han mostrado una oposición frontal, pero incluso si el plan superase la votación, el camino jurídico sería un laberinto. La PFA, el sindicato de jugadores, prepara su propio frente, convencida de que el sistema vulnera derechos laborales y distorsiona la libre competencia. “Existen argumentos sólidos para impugnarlo”, explica Antonio Fernández, experto en derecho deportivo de Baker McKenzie para MARCA.

Riesgos deportivos, económicos y contractuales

La medida amenaza con alterar de raíz el mercado inglés: salarios que no se podrán ofrecer, estrellas tentadas a irse, plantillas obligadas a ajustarse a la fuerza y meses de renegociaciones traumáticas, básicamente lo que está pasando en LaLiga. La Premier corre el riesgo de perder atractivo frente a ligas sin limitaciones, desde la Bundesliga hasta Arabia, donde no existe un tope que frene la inversión. Los clubes pequeños, lejos de beneficiarse, seguirían teniendo menos ingresos, menos recursos y la misma distancia respecto a los grandes.

La idea se inspira en los límites salariales estadounidenses, pero el fútbol europeo funciona con una base jurídica y cultural totalmente distinta: mercado abierto, libertad contractual, ascensos y descensos, y protección comunitaria a la competencia. Replicar el modelo de la NBA o la NFL no solo parece improbable, sino incompatible con el marco de la UE.

Una Premier menos Premier

El riesgo final es demoledor para la liga inglesa: menos inversión, menos talento, más conflictos legales y una competición debilitada justo en la época en la que dominaba el mercado mundial. El anchoring nace para estabilizar el sistema, pero podría desencadenar un efecto contrario: incertidumbre, tensión y una Premier que ya no sería la Premier.