Balliu se enfrenta a una sanción tras el "intolerable" incidente con Iñigo Pérez: "tiene que obedecer"

El Rayo Vallecano analiza posibles medidas disciplinarias contra Iván Balliu después del tenso desencuentro con Iñigo Pérez durante el duelo ante el Lech Poznan. El presidente, Raúl Martín Presa, calificó como "intolerable" que un jugador cuestione un cambio y recordó que el futbolista "tiene que obedecer", mientras se investigan los hechos ocurridos en el banquillo de Vallecas

El triunfo del Rayo Vallecano en Conference League frente al Lech Poznan (3-2) quedó marcado por una escena poco habitual en el banquillo franjirrojo. Iñigo Pérez e Iván Balliu mantuvieron un momento de alta tensión en plena segunda parte, apenas unos instantes después de que el entrenador retirara del campo al defensor albanés.

Con 0-2 en contra, el técnico realizó un cuádruple cambio. Balliu abandonó el césped sin saludar a los compañeros que entraban —algo que también sucedió con Camello—, y poco después el entrenador se giró hacia él desde la zona técnica. Según lo visto en las imágenes, ambos se encararon mientras el lateral se encontraba sentado en primera fila del banquillo. El segundo entrenador, Adrián López, y Trejo intervinieron para calmar la situación, que se prolongó durante unos segundos antes de diluirse. Minutos después llegó el tanto de Isi para iniciar la remontada.

Aunque el incidente quedó ahí durante el partido, las consecuencias no tardaron en trascender.

El club estudia sancionar a Balliu

El presidente del Rayo, Raúl Martín Presa, valoró lo sucedido en declaraciones a Radio MARCA y dejó clara su postura: si el lateral cuestionó la decisión técnica, será castigado.

Consideró "intolerable" que un jugador proteste un cambio y señaló que, si se confirma, el gesto es "completamente sancionable". Recordó que existe un régimen interno y que cualquier castigo dependerá de la gravedad. Reiteró que, para él, un futbolista "tiene que obedecer" y estar disponible en la posición y el momento en que decida el entrenador, independientemente de su nombre o estatus dentro del equipo.

Añadió que protestar también supone una falta de respeto hacia el compañero que entra, el cuerpo técnico, la afición y el propio club. Además, afirmó que nadie tiene garantizados minutos, sino que deben ganárselos.

Reunión en el vestuario sin la presencia de Iñigo Pérez

Tras la remontada, se produjo una reunión interna del vestuario en la que participó Balliu. Ratiu explicó que llegó tarde y no conocía los detalles del incidente, aunque pidió restar importancia: "Se hablarán las cosas… no hay que darle más vueltas".

Llamó la atención que Iñigo Pérez no compareciera ante los medios después del encuentro, algo obligado en competición UEFA. Abandonó el estadio pocos minutos después, con una mochila al hombro. Tanto Presa como David Cobeño explicaron en medios como COPE y Movistar que el entrenador se marchó porque se encontraba indispuesto.

Pedro Díaz añadió que el técnico es "una persona que tiene las emociones a flor de piel". La ausencia en rueda de prensa podría acarrear una sanción por parte de UEFA.

Un episodio en un marco de tensión creciente en el Rayo

El Rayo logró una victoria valiosa para su continuidad en la competición, pero el ambiente terminó cargado. La reacción de Balliu —sin saludo al salir, y posteriormente en el banquillo— sumada a la respuesta de Iñigo Pérez desembocó en un cruce difícil de pasar por alto.

Con los implicados llamados a aclarar lo sucedido, el club debe gestionar ahora cómo resolver un episodio que amenaza con dejar secuelas. Si se confirma que el defensa cuestionó la decisión técnica, se aplicará el régimen interno y podría haber sanción.

El caso deja al Rayo con tres frentes abiertos: la investigación interna, la posible multa de UEFA por la ausencia del entrenador en sala de prensa y el reto de reconducir el ambiente en el vestuario tras una noche tan intensa.