Problemas en casa: el Rayo podría jugar Europa fuera de Vallecas

El Rayo Vallecano podría verse obligado a abandonar su estadio. Vallecas no cumple con los requisitos de la UEFA y podría jugar la Conference fuera del barrio

Problemas en casa: el Rayo podría jugar Europa fuera de Vallecas
Estadio de Vallecas en Madrid - Cordon Press

El Rayo Vallecano encara su temporada en Europa con un reto extradeportivo: la posibilidad real de tener que dejar el Estadio de Vallecas para disputar algunos partidos como local. La razón son las exigencias de la Regulación de Infraestructuras de la UEFA y LaLiga, que fija estándares mínimos de aforo, iluminación, zonas de prensa, accesos y seguridad. Hasta la fecha, ni la UEFA ni LaLiga han homologado de manera definitiva el estadio.

El club reconoce la opción de jugar fuera

La directiva del club reconoce que existe esa posibilidad, en el comunicado para la campaña de abonos dicen: “Si, por causas ajenas al Rayo Vallecano o de fuerza mayor, alguno de estos partidos no se pudiera disputar en el Estadio de Vallecas, el Club entregaría una entrada a cada abonado con una ubicación lo más similar posible a la suya, en el campo alternativo elegido para jugar como local.”

No es el primer caso en LaLiga

Este escenario no es nuevo para el fútbol español, el Villarreal tuvo que irse al Ciutat de València para jugar UEFA en 2004 porque El Madrigal no cumplía con los requisitos, y el Granada en 2021 llegó a preparar un traslado a La Rosaleda ante las dudas de la UEFA.

Reformas a medias y un futuro incierto

La Comunidad de Madrid, propietaria del estadio, y el club han mantenido contactos para agilizar mejoras, pero a día de hoy no hay confirmación oficial de que todo esté listo para cumplir con la normativa europea.

Pese a las reformas parciales, Vallecas sigue teniendo problemas estructurales. Falta de cubierta completa, un sistema de iluminación que no alcanza la potencia mínima exigida, limitaciones de espacio en zonas VIP y de prensa y problemas históricos en accesos y evacuación. Todo ello pone en riesgo la homologación para Conference League.

Otra grieta entre la afición y la directiva del club

De confirmarse el traslado, el Rayo podría verse obligado a jugar fuera del barrio, incluso de la ciudad, algo que supondría un palo para una afición que lleva más de dos décadas esperando volver a ver al equipo en Europa.

El club, por su parte, recalca que, si finalmente se ve forzado a jugar fuera, cada abonado recibirá una entrada “en una ubicación lo más parecida posible” a la suya habitual. Queda por ver si eso servirá para calmar la inquietud de una hinchada que quiere vivir las noches europeas en casa.