El Rayo, pendiente de Pathé Ciss tras su expulsión en Oviedo y un posible castigo de dos partidos

El Rayo Vallecano regresó de Oviedo con un punto que supo a poco. El equipo de Iñigo Pérez dispuso de una oportunidad clara para llevarse la victoria, pero el penalti fallado por Isi en la segunda parte dejó a los franjirrojos sin el premio mayor. El empate no fue el único contratiempo de la noche, ya que el encuentro se cerró con la expulsión de Pathé Ciss en los instantes finales, una acción que tendrá consecuencias para los próximos compromisos del equipo.

El acta arbitral redactada por Alejandro Quintero González no dejó margen a la interpretación y recoge que el centrocampista fue expulsado “por golpear con su brazo a un adversario con uso de fuerza excesiva, sin estar el balón en juego”. Esa descripción sitúa la acción en un escenario disciplinario más severo y condicionará la resolución del Comité de Competición.

Una sanción que apunta a dos partidos

La formulación utilizada por el colegiado encaja directamente en el artículo 121 del Código Disciplinario, que regula la expulsión directa en situaciones donde el jugador no tiene opción de disputar el balón. El reglamento especifica que “en aquellos casos en que la expulsión del terreno de juego se deba a situaciones en que el/la futbolista no hubiera tenido posibilidad de disputar el balón, la suspensión será de al menos, dos partidos”. Esa referencia, unida a precedentes esta misma temporada, como la acción de Nyom con Vinicius, invita a pensar que Ciss será sancionado con un mínimo de dos encuentros.

El Rayo, consciente de la importancia del jugador en su estructura de mediocampo, asumió tras el partido que será complicado contar con él en los dos próximos duelos de liga. El centrocampista había sido una de las piezas más utilizadas por Iñigo Pérez, que deberá reorganizar su plan de juego para cubrir su ausencia mientras el club espera la confirmación oficial del castigo.

Un alivio dentro del castigo: no hay agresión

En el club se considera un pequeño consuelo que el árbitro describiera la acción como “violencia” y no como “agresión”, un matiz de relevancia en el ámbito disciplinario. De haberlo tipificado como agresión, el castigo mínimo habría ascendido a cuatro partidos, una situación que habría complicado aún más el panorama para los franjirrojos.

Todo ello ensombrece un partido en el que el Rayo tuvo fases de buen juego y opciones claras para imponerse. La ocasión más clara llegó desde el punto de penalti, pero Isi no acertó en la ejecución y el marcador terminó reflejando un empate que sabe a oportunidad perdida. Los jugadores abandonaron el estadio conscientes de que el guion pudo ser muy distinto.

Ahora, el foco se desplaza al Comité de Competición, que dará a conocer la sanción definitiva en las próximas horas. Mientras tanto, el cuerpo técnico ya trabaja para minimizar el impacto de una baja significativa en un tramo de temporada donde los madrileños necesitan sumar con regularidad para mantenerse en una zona tranquila de la tabla.