Hazard y su caída en un Madrid "fanfarrón": barbacoas, vino, cerveza, cartas y "todo eso"

El exfutbolista belga ha repasado en una extensa entrevista en L'Équipe su paso por el Real Madrid con muchas lesiones, sobrepeso, y un cuerpo que le dijo basta

Hazard y su caída en un Madrid "fanfarrón": barbacoas, vino, cerveza, cartas y "todo eso"
Hazard y su caída en un Madrid "fanfarrón": barbacoas, vino, cerveza, cartas y "todo eso" - Cordon Press
Fernando RuizFernando Ruiz 8 min lectura

Eden Hazard puso fin a su carrera como futbolista el pasado verano con apenas 32 años y tras acabar su vinculación con el Real Madrid, club que pagó en el verano de 2019 nada más y nada menos que 115 millones de euros y tras jugar tan sólo 76 partidos donde firmó siete goles y 12 asistencias. Se puede decir que su paso por el conjunto blanco ha sido uno de los grandes fracasos de la historia reciente del Real Madrid.

Ahora, alejado de lo que supone el día a día de un futbolista pero todavía viviendo en Madrid, el futbolista belga ha concedido una entrevista en L'Équipe donde ahonda en los motivos que le llevaron a colgar las botas el pasado verano. "El fútbol no era un trabajo. Era un juego y traté de llevarlo hasta el final. Cuando ya no lo era, paré. Sabía que era mi trabajo, me ganaba la vida con ello pero quería alejarme. Es mi juguete favorito y es por eso que hice esta carrera", explica.

Hazard salía del Madrid este verano, un año antes de acabar su contrato tras llegar a un acuerdo con el futbolista y así ve el belga su paso por el Real Madrid. "Ahora es fácil decirlo. Desde pequeño fui seguidor de Zidane. El Bernabéu, la camiseta blanca tiene un encanto que los demás no tienen. El Madrid es especial. Más allá de eso, creo que no encajo. No es como yo. Es un club un poco 'fanfarrón' y yo no soy así. Incluso la forma en la que jugábamos no me gustaba si la comparas con la de otros clubes. Pero era mi sueño. No podía terminar mi carrera sin venir aquí", reconoce.

El paso de Hazard por el Real Madrid está marcado por la grave lesión de tobillo que sufrió en un partido de Champions frente al PSG. A partir de ahí, no volvió a ser el mismo: "Me habría gustado hacer las cosas a mi manera y triunfar. Esto demuestra que el Madrid es más grande que cualquier otra cosa. Es complicado jugar allí. Quizá necesitaba entrenar más. También tuve las peores lesiones en los peores momentos. La operación, la placa... Vuelvo, me duele, fuerzo. En la segunda temporada llega Ancelotti. Tuve buena preparación, juego bien, pero mi cuerpo, el dolor, las lesiones...".

"Una mañana, cuando me desperté, tenía un bulto como esto (señala una pequeña taza) en el tobillo. Infección. Me van a operar otra vez, que es lo que quería y pedí. Me quedaban dos años más de contrato y me dije: 'Adelante, intenta moverte'. Pero perdí mi lugar, mi confianza y luego mis ganas. Pasé de ser duro frente a tipos que me estaban arrancando la rodilla, a levantarme con dolor de la cama. Me hubiera gustado entender por qué y no pude". recuerda el belga que, pese a todo, asegura que no puede quejarse.

"Tengo suerte de haber estado en esta industria y haber ganado mucho dinero. La gente lucha todos los días, no tengo derecho a quejarme, ni siquiera cuando no estoy jugando, ni siquiera estando lesionado diciendo que la vida apesta. Imposible. Me dolía, pero por otro lado al final lo utilicé como excusa: 'Me duele, realmente no puedo hacerlo'. No estaba deprimido, pero ya no tenía ganas. Simplemente no tenía ni la energía ni la fuerza. No tenía ningún sentido, se había acabado".

Su peso también ha sido objeto de debate

Cada verano, el estado físico en que llegaba Hazard fue motivo de debate entre la prensa. Llegar pesado de peso fue otra de las críticas que recibió nada más aterrizar en el Real Madrid: "Con el Chelsea acababa de terminar una de las mejores temporadas de mi carrera. Me dije: 'Ahora que estoy en el Real, estas son quizás las últimas vacaciones en las que podré...'. Y me dejé llevar como me dejo cada verano. Siete años en Inglaterra, sin descanso en Navidad, dándolo todo, para que cuando tenga tres o cuatro semanas de vacaciones 'no me molestes': barbacoas, vino rosado... todo eso. Y es lo que me permitió reiniciar y empezar de nuevo. Después en el Madrid la cosa salió mal y ya está".

Son embargo, Hazard no cree que ese sobrepeso haya sido el culpable de su bajo rendimiento en el Madrid, ni se siente culpable por ello: "Mi cuerpo me está haciendo pagar por todos estos años en los que comencé temprano, sin casi parar. No porque haya comido esto o aquello. Me digo a mí mismo, no puedo probarlo. Los que saben todo dirán: 'es porque no estaba prestando atención'. Acepto, cada uno tiene su propia opinión. En el Madrid tuve una serie de lesiones. A veces ni siquiera sabía cómo o por qué. Te despiertas, te levantas de la cama, te lastimas. Mi cuerpo necesitaba descansar, pero no puede. El cuerpo habla y el mío me habló bien. En los últimos años me ha dicho de todo: 'Oye, sabes qué, adelante, déjate de tonterías, ten cuidado, cuídate'.

Por todo ello, para Hazard hubiera sido imposible tener una mentalidad como la de Cristiano Ronaldo: "No habría sido yo. Después de un entreno sumergirse durante una hora en el baño frío, no. Déjame en paz, con mis amigos, vamos a casa, jugamos a las cartas, tomamos una cerveza. Juego durante dos horas con mis hijos en el jardín. Fue mi recuperación. Si hubiera sido como Cristiano, me habría quemado".

Su último partido en activo lo vivió en el banquillo

Pudo haberse retirado en el campo, frente al Athletic, pero no llegó a disputar ningún minuto, algo que incluso agradeció: "Me pone triste que haya terminado así. La historia perfecta habría sido hat-trick y 'ciao'. En Lille terminó bien, en Chelsea aún mejor. Sabía que todo había terminado y ni siquiera quería entrar. Quizás la gente ya me iba a silbar... ¿Sabes qué? Déjame en el banquillo, lo disfrutaré".

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