La noche pintaba como el gran momento de Kylian Mbappé, el instante en que debía emerger como el líder de un Real Madrid necesitado de inspiración. Todo apuntaba a que el delantero francés se convertiría en el referente de la remontada frente al Arsenal, pero la realidad terminó siendo muy distinta.
Desde el inicio del encuentro, al atacante galo le costó encontrar espacios entre la sólida defensa planteada por Mikel Arteta. Cada intento de desborde o disparo chocaba contra una muralla de camisetas rojas. La jugada más destacada en la que se vio involucrado, un supuesto penalti por contacto con Declan Rice, quedó anulada tras la revisión.
Pero lo más alarmante llegó cuando restaban apenas 15 minutos para el final. En una jugada defensiva, Mbappé se lanzó a disputar el balón con Rice y terminó con el tobillo derecho torcido. El gesto de dolor fue inmediato y visible desde cualquier rincón del Santiago Bernabéu. Los servicios médicos acudieron rápidamente al césped y, tras examinarlo, el delantero abandonó el terreno de juego cojeando, sustituido por Brahim Díaz en el minuto 75.
A esta altura, lo que más inquieta al cuerpo técnico de Carlo Ancelotti y a la afición merengue es la posibilidad de que el jugador no llegue a tiempo para disputar la final de la Copa del Rey, prevista para el próximo 26 de abril en La Cartuja ante el FC Barcelona. Por el momento, se está a la espera de las pruebas médicas que se le realizarán en las próximas horas para determinar el grado de la torcedura.
Cabe destacar que Mbappé ya estaba descartado para el compromiso liguero del fin de semana contra el Athletic Club, debido a la sanción que arrastra tras ver la tarjeta roja directa el pasado domingo frente al Alavés por una entrada dura sobre Antonio Blanco.
Con el empate 1-1 en el marcador y el equipo eliminado de la Champions, la lesión del jugador estrella se suma a una noche gris para el club blanco. Las próximas jornadas serán clave para evaluar si la dolencia pone en riesgo su participación en lo que podría ser su primer título importante con el club, o si se trata simplemente de un susto.
Por ahora, todo el madridismo contiene la respiración esperando que la lesión no sea de gravedad y que Mbappé pueda estar listo para una de las citas más importantes del curso.