La remodelación de Anoeta de cara al Mundial 2030
La Real Sociedad prepara una remodelación del Reale Arena. El estadio volverá a transformarse de cara al gran reto que supondrá albergar partidos del Mundial de 2030. La reforma añadirá cerca de 2.000 asientos, y tendrá un coste de más de 10 millones de euros

La Real Sociedad quiere que Anoeta, rebautizado como Reale Arena tras su última gran remodelación de 2019, luzca a la altura de un evento global como la Copa del Mundo de 2030, que organizarán conjuntamente España, Portugal y Marruecos. El estadio donostiarra ya ha superado una primera inspección de la FIFA con una valoración de 3,8 sobre 5, pero el club entiende que necesita un nuevo paso adelante para cumplir con los estándares internacionales y, de paso, reforzar su papel como una de las casas del fútbol más atractivas del país.
La nueva reforma afectará a la parte superior de las gradas Este y Oeste, donde se habilitarán alrededor de 2.000 butacas adicionales que permitirán llevar la capacidad hasta los 42.247 espectadores. El coste estimado del proyecto asciende a 10,6 millones de euros y los trabajos comenzarán en mayo de 2026, justo después de que concluya LaLiga. De este modo, se asegura que la Real pueda disputar toda la temporada sin interferencias, mientras las máquinas esperan su momento para iniciar las obras.
No será, ni mucho menos, la primera transformación de Anoeta. El recinto, inaugurado en 1993 para reemplazar al mítico Atotxa, nació con pistas de atletismo que alejaban a la afición del césped. Esa seña de identidad se corrigió con la remodelación integral finalizada en 2019, una obra que costó 78,6 millones de euros y que convirtió al Reale Arena en uno de los campos con mejor visibilidad de España, además de ampliar el aforo hasta los 40.000 asientos. Desde entonces, la Real presume de 38.000 abonados y un ambiente de estadio lleno en la mayoría de partidos.
El impacto de aquella gran reforma fue tal que incluso el FC Barcelona tomó nota de las innovadoras gradas VIP de Anoeta, situadas junto al túnel de vestuarios y protegidas por un cristal, que permiten a los espectadores vivir la salida de los futbolistas a escasos metros. Un concepto que también estará presente en el futuro Camp Nou.
Tras más de 32 años de historia y grandes cambios, Anoeta no quiere olvidar sus raíces. Por ello, a las puertas del estadio se mantendrán los dos monumentos en memoria de Aitor Zabaleta, aficionado txuri-urdin asesinado en 1998, y Alberto Ormaetxea, entrenador de las dos Ligas conquistadas por la Real. Con la nueva reforma, el club aspira a conjugar modernidad, memoria y ambición, asegurando que San Sebastián sea sede mundialista en 2030 y que Anoeta se mantenga entre los grandes estadios del fútbol español.