Almeyda se desespera y abre una puerta en el Sevilla: "Si sigue pasando..."
El técnico sevillista se muestra impotente ante los continuos errores y se muerde la lengua de puertas para fuera, pero encuentra respuestas para lo que está pasando y le afloran las dudas: "Si se siguen cometiendo..."

Matías Almeyda es un tipo honesto, visceral pero sensato, y tras la derrota en el derbi hizo lo posible por morderse la lengua por no romper el molde, pero no pudo esconder su hartazgo entre líneas y dejó entreabierta una puerta por si la situación no se soluciona.
El argentino sabía a qué se enfrentaba cuando aceptó el reto, los mimbres de los que disponía, pero en ningún momento podría esperar los múltiples errores individuales que iban a lastrar enormemente la trayectoria del equipo.
Almeyda, hastiado, reconoció que no puede decir todo lo que piensa
Ayer, en el derbi, un fallo garrafal de Batista Mendy, al que le robó el balón Fornals, decantó el choque a favor de los heliopolitanos, y el míster se mostró muy decepcionado, hasta el punto de que afirmar que no quería expresar lo que realmente pensaba cuando se le preguntó por la calidad de los futbolistas, los errores y cómo se podía solucionar este déficit alarmante.
"Es difícil de contestar. En principio, tengo un pensamiento que no puedo expresar. No debo y no quiero. Me queda la otra respuesta, que es insistir; mostrando el error, entrenando el error y practicando el error. Si se siguen cometiendo... no tengo respuesta. O es el entrenador o son errores individuales groseros. Si supiese cuál es la solución ya la hubiese tomado. Y de tantos goles que nos hicieron con errores de todo tipo, hubiese evitado y tendríamos muchos más puntos", señaló con amargura el preparador sevillista, que dejó claro que no sabe como frenar esta sangría, que insistió en que es muy difícil levantarse con tantos errores.
Almeyda no consiente las faltas de concentración
"No hay muchas vueltas que darle. Después de ese error, el partido se modifica y es muy difícil reponerse cuando hay tantos errores. Cuando en un derbi cometes un error, anímicamente, cualquiera cae. Entras en la desesperación de querer mostrar amor y pasión sin pensar. Eso te lleva a no jugar a lo que planificaste", apuntó el míster sevillista, que ha empezado a mostrar los primeros indicios de desesperación al enfrentarse a una situación que no puede controlar al no tratarse de fallos tácticos, sino individuales, lo que no está en su mano más allá de trabajar en los entrenamientos.
Almeyda entiende que se puedan cometer errores de manera puntual, pero lo que no consiente son las faltas de concentración, los riesgos innecesarios que echan todo el trabajo por tierra, lo que provocó que ayer admitiera que no quería expresar todo lo que piensa sobre este asunto.