Aquel Jueves de Feria en el que Antonio Puerta devino en leyenda

Este mes se cumplen 18 años del zurdazo ante el Schalke 04 del malogrado carrilero nervionense, que propició la primera de muchas finales europeas en blanquirrojo

Aquel Jueves de Feria en el que Antonio Puerta devino en leyenda
El dorsal 16, siempre en el recuerdo de todo el sevillismo. - CORDON PRESS
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura

Estrictamente hablando, la efeméride no se cumple hasta el próximo 27 de abril, aunque para todos fue el Jueves de Feria de 2006 cuando Antonio Puerta entró de lleno en la historia del Sevilla FC. Aquel día tan señalado, en pleno ecuador de la segunda semana más importante de la primavera hispalense, se disputaba en un abarrotado Ramón Sánchez-Pizjuán el partido de vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA, denominación que mantuvo hasta 2009 la segunda competición continental, ahora conocida como Europa League. Los pupilos de Juande Ramos habían empatado a cero en la ida, disputada una semana antes en Gelsenkirchen, mismo resultado con el que terminó el segundo partido. Corría el minuto 101 y, con el cansancio haciendo mella de ambas escuadras en la prórroga, todo apuntaba a los penaltis. Sin embargo, un centro al segundo palo de Jesús Navas iba a mandarlo otro canterano al fondo de la red para que 'La Bombonera' estallara de alegría.

Con aquel impresionante latigazo ajustado, Puerta empalmaba de primeras los sueños de todo el sevillismo, que viviría semanas después su primera final europea. El 4-0 al Middlesbrough del 10 de mayo de ese año inauguraba unas vitrinas que, luego, se llenarían con otros seis trofeos idénticos (el último, en 2023 en Budapest), más una Supercopa de Europa. De hecho, solamente cuatro de los 15 entorchados blanquirrojos llegaron antes de ese año, verdadero punto de inflexión en la centenaria historia de una entidad que vivió el despertar de 'La Zurda de Diamantes'. Aún recambio de Adriano en una escuadra para el recuerdo, Antonio ya había probado las mieles de la sub 21 de la mano de Iñaki Sáez, que contó con él para la fase de clasificación del Europeo. En octubre de 2006, Luis Aragonés premiaría al jugador criado en la antigua calle Palacio Valdés con su debut con la absoluta ante Suecia.

Desgraciadamente, la estela de Puerta se apagaría el verano siguiente, cuando empezaba a disfrutar de su merecido éxito. Una cardiopatía congénita no detectada acabó con su vida el 28 de agosto de 2007, tras desplomarse tres días antes durante el Sevilla FC-Getafe CF de LaLiga y luchar como un jabato en el Hospital Virgen del Rocío. A punto de ser padre de un niño que no llegó a conocer, la fatalidad unió a dos aficiones rivales (más enfrentadas entre directivas) y a todo el fútbol español, cambiando el protocolo de las revisiones médicas. Pero, aparte de aquel hecho fatídico y de dar nombre a un trofeo en su honor y a una escuela de fútbol, el nombre de ese brillante canterano nervionense será siempre recordado por ese Jueves de Feria en el que obró un gozoso volantazo a la historia del club de sus amores, que le recuerda cada minuto 16 de los partidos, en honor a su dorsal.

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