Opinión

Adiós a Kike Salas e Isaac Romero

Que Santi Denia, seleccionador español sub 21, diga que "Kike Salas está haciendo un temporadón" no es casualidad; al igual que tampoco lo hiciera De la Fuente sobre Isaac Romero; sus cláusulas son de 50 y hasta 22 kilos, respectivamente; yo ya les empezaría a ir diciendo adiós

Alejandro SáezAlejandro Sáez
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7 min lectura

“Kike (Salas) está haciendo un temporadón”, ha dicho el seleccionador sub 21 de España, Santi Denia, al ser cuestionado por el sevillista, del que siguió argumentando su buen papel a lo largo de la presente temporada: “Está haciendo muy buena campaña. Está teniendo minutos en el Sevilla que no es fácil. Claro que les seguimos". Y no le falta razón a Denia, pues el joven central es, para mí, la gran revelación del Sevilla FC en la presente temporada, con permiso de un Isaac Romero que también le ha cambiado la cara a los de Nervión desde que en enero le hicieran ficha del primer equipo. Al Lebrijano tan sólo le penaliza su edad, pues si no tuviera 23 años estoy seguro de que Santi Denia estaría hablando también de él, y no solo de Kike Salas y de Juanlu.

A Isaac Romero le tocará esperar, pues aunque ya ha conseguido que Luis de la Fuente hable públicamente sobre su rendimiento como sevillista -cinco goles y cuatro asistencias en 12 partidos con el primer equipo- hablar de la selección absoluta de España son palabras mayores todavía para el joven delantero lebrijano, quien tendrá que seguir demostrando su valía en la elite en lo que resta de temporada, a pesar de que los tiempos juegan en su contra y De la Fuente ya tiene prácticamente configurado su grupo para la Eurocopa del próximo verano en Alemania, por lo que ya será cuestión de verlo a partir de septiembre.

En cualquier caso, lo que no me cabe duda es que el Sevilla FC y su dirección deportiva disponen de un auténtico cheque al portador con ambos canteranos. Isaac Romero ha hecho mucho ruido a base de goles, pero que nadie se olvide del zaguero, que en el mercado invernal se ganó también dorsal del primer equipo y dispone de una cláusula de rescisión de 50 millones de euros. En el caso del goleador, hasta 22 son los millones que alcanzará su cláusula el próximo verano -al igual que en enero-, teniendo pendiente la dirección deportiva liderada por Víctor Orta una renovación que asegure su futuro más allá del 2025, y que de camino eleve su rescisión hasta unos 40 kilos, aproximadamente.

En total, algo más de 70 millones de euros entre los dos que podrían llegar a convertirse en unos 90 una vez que Orta y los suyos acaben renovando a Isaac Romero, quien ya ha despertado el interés de varios clubes de Europa, habiéndole echado el ojo desde la Premier. Dos jóvenes talentos que, a primera vista, estarían bien amarrados de cara a un hipotético interés, aunque yo cada vez le veo más cara a ambos de futura venta. De futura, por no hablar de próxima. Pues me parecería un auténtico milagro, o quizá una temeridad, que el actual Sevilla FC no se deshaga de ellos durante la próxima ventana de transferencias. En lo deportivo, lógicamente, sería una pérdida importante, pero ya ha plasmado negro sobre blanco el Sevilla FC cuál es su intención de cara a futuro: contratar jóvenes con futuro que den rendimiento y aseguren una plusvalía de cara a una venta. Y a estos dos, si algo le sobra, es juventud, talento… ¡Y plusvalía!

Habiendo rendido ya al más alto nivel, la plusvalía con ambos canteranos es del cien por cien, por lo que un Sevilla FC tan mermado en lo económico -pese al préstamo solicitado- no podría dejar escapar una oportunidad de venta así, si llega. En Nervión están obligados a aligerar la masa salarial y a cerrar una o varias ventas importantes que ayuden a equilibrar las cuentas y los controles de LaLiga. Todos piensan en En-Nesyri o Rafa Mir como salidas estivales en la delantera sevillista, aunque pocos caen en la idea que 20 millones de euros por Isaac Romero serían irrechazables para el Sevilla FC este verano. Quizá, y sólo digo quizá, por eso precisamente no se ha acabado de renovar aún, pues una cláusula de 20 kilos siempre se antoja más sencilla para un equipo inglés que sentarse a negociar a la baja una de 40.

Ese es, precisamente, el caso de Kike Salas, ojito derecho de Quique Sánchez Flores y un joven futbolista que, de seguir en la línea ascendente que viene mostrando, costará muchos millones más pronto que tarde. Este verano, quizá, se antoje demasiado pronto para los 50 kilos que marca su cláusula, aunque no me cabe duda que otra temporada rindiendo al más alto nivel como sevillista -especialmente si es en un Sevilla FC diferente al que nos viene acostumbrando a lo largo de las dos últimas temporadas- le colocará en el radar de los grandes de Europa. Ahí es donde se verá de verdad la fortaleza financiera de la que en los últimos días vienen presumiendo tanto en Nervión con motivo del préstamo de 108 millones de euros suscrito. Si pueden permitirse el lujo en el Sánchez-Pizjuán de decir ‘no’ a un interés de 15-20 millones de euros por Kike Salas. Yo no tengo certezas de si llegara, pero tampoco dudas de que rindiendo al nivel que viene demostrando sería muy probable. Por si acaso, yo ya empezaría a decirle adiós a ambos canteranos.

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