La intrahistoria del mensaje de Suso, que desvela una reunión con los Biris

Más de 37.000 espectadores (sobre una capacidad total de unos 43.000) se dieron cita este martes en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Aunque era día laborable, la hora del partido ante la UD Las Palmas (21:30) y la trascendencia del mismo en pos de la permanencia en Primera división ayudaron a que 'La Bombonera' presentase un gran aspecto (quinta mejor entrada del curso). Con la inmensa mayoría de rojo, con les había pedido en la víspera Suso Fernández con una escueta publicación en sus redes sociales que viralizaron sus compañeros de vestuario. "Esta semana había visto el ambiente un poquillo frío, un poquito feo, no sé, no me gustó mucho, y ahí estaba en casa. Yo sabía que la gente iba a responder a las mil maravillas; intenté mover un poquito el avispero y la gente respondió, porque en estos momentos sí que les hace falta muy poquito; desde el calentamiento han empezado ellos ganando el partido", explicaba el gaditano en 'El Partidazo de Cope'.

El atacante, que no había visto repetidas las imágenes del gol anulado a Oli McBurnie pero "la iba a blocar (Örjan Nyland) y, en el momento en el que le toca,, no la coge”, dejaba claro también que, "si el Sevilla FC hubiera bajado, no habría sido por culpa los árbitros”. De todas formas, el triunfo por la mínima con tanto de cabeza de un Álvaro García Pascual cuyo futuro sigue siendo una incógnita, encauzó la continuidad en la máxima categoría del fútbol español de los blanquirrojos, que vienen de vivir semanas de verdadera "angustia", según el '10', con el acoso a la expedición que volvía de Vigo el pasado sábado hasta el punto de tener que pernoctar en la residencia del primer equipo en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios: “Eran momentos muy delicados, donde lo veníamos pasando muy mal. La victoria es importantísima”.

Para terminar, Suso desveló un dato que se desconocía: una charla con los Biris para suavizar la postura y reconducir una comunión que ha funcionado más o menos a lo largo de la temporada, pues el objetivo de sus insultos y ataques, más allá de que Saúl Ñíguez no es santo de su devoción, suelen ser los dirigentes, con José María del Nido Carrasco a la cabeza. “La semana pasada tuvimos una reunión con ellos y fue lo que les dije, que hay que saber diferenciar el momento en el que estamos de lo que queremos. Después van las quejas, las protestas, lo que quieras, lo que no te guste. Lo primero es el Sevilla FC, es el club. Estamos en una situación muy difícil, nos tenemos que salvar, y ya después habrá tiempo para todo”, finalizaba.