El plan de Del Nido "para el Sevilla más grande de la historia" incluye "un nuevo estadio, diga lo que diga el informe"

El otrora presidente, que sigue pendiente de la vista del 5 de diciembre para saber si podrá votar en la junta del 29-D, tiene claro que las estructuras que edificó en su día no necesitan un parche, sino ser "reventadas"

El plan de Del Nido "para el Sevilla más grande de la historia" incluye "un nuevo estadio, diga lo que diga el informe"
Un momento del discurso pronunciado por el abogado hispalense en la PS de Bormujos. - Onda Corazón RTV
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

José María del Nido Benavente no ceja en su empeño de recuperar no ya el poder en el Sevilla FC, sino el afecto que le quede de una afición dolida por la crisis deportiva por la que atraviesa el equipo. A la espera de la vista judicial del próximo 5 de diciembre acerca de unas posibles medidas cautelares sobre el pacto que encumbró a José Castro y su propio hijo, lo que le permitiría votar en la junta del 29-D con la solvencia que le dan las acciones a su nombre, el abogado hispalense participó este sábado en los actos del 50º Aniversario de la Peña Sevillista de Bormujos, dentro de la VIII Convivencia de Peñas Sevillistas del Aljarafe, donde recogió un premio y recibió un homenaje en toda regla, siendo aclamado por unos 150 representantes de hasta 15 agrupaciones de la comarca. En su discurso, tras el sentido homenaje a José María Fidalgo, el otrora mandamás blanquirrojo sentó las bases del que sería su nuevo proyecto.

En palabras recogidas por 'Diario de Sevilla', el patriarca de los Del Nido aceptó el galardón "como un presente", ya que no se considera "una persona que tenga que ser objeto de homenaje por formar parte del pasado del Sevilla Fútbol Club", pues tiene cuerda para rato: "Yo quiero formar parte del presente y del futuro del Sevilla Fútbol Club". Y añadía: "Lo recojo por aquellos años, desde mayo de 2002 hasta diciembre de 2013, en que me hice cargo del Sevilla FC. Yo no os voy a vender miseria, nunca lo he hecho; yo no os voy a vender pena, jamás lo he hecho. Y mucho menos que hablando del Sevilla FC. Pero creedme que, como dice la frase de que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla, que no nos olvidemos de lo que pasamos en ese periodo, que fueron 58 años hasta que, en 2006, conseguimos la primera Copa de la UEFA".

La receta que cocina a fuego lento

Seguidamente, el letrado dio la clave, a su juicio, de lo que tiene que pasar a partir de ahora: "Construimos un Sevilla poderoso, un Sevilla con una estructuras que eran la envidia de España y Europa. Pero, desgraciadamente, esas estructuras no necesitan un golpe de efecto, no. No necesitan una vuelta de tuerca, no. Esas estructuras necesitan nuevamente ser construidas; no vale un parche, sino que hay que reventarlas, pero reventarlas para construir otra vez el Sevilla más grande de la historia". Os voy a contar un secreto, que seguro que no va a salir de aquí. Lo mejor sigue estando por llegar. Habrá foros donde se debatirá el déficit, la capacidad financiera del Sevilla, la plantilla construida siendo la cuarta más cara de España... Pero quedaos con la ilusión. Yo no he perdido la ilusión. Yo no he perdido la ilusión de ser presidente del Sevilla. No he perdido la ilusión de volver a escribir las páginas más doradas de la historia del Sevilla, con el aliento de ustedes en mis orejas. Yo quiero presión, presión y presión. Cuanto más, mejor".

Y, para finalizar, anunció que no hará caso al Informe Legends a la hora de plantearse la construcción del nuevo estadio: "Creedme si os digo que haremos un nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán, lo diga el informe ése que no nos enseñan o no lo diga, que será en los próximos 50 años la casa del Sevilla FC. Estableceremos en la Carretera de Utrera los escalafones inferiores más fuertes que haya en toda la comunidad andaluza y pondremos al frente de cada departamento a los mejores profesionales que haya en Europa. Ése es mi compromiso con ustedes, hacer un Sevilla que no os deje dormir. ¡Viva el Sevilla!". Los gritos de "Del Nido, presidente" y los 'olés' jalonaron una intervención quién sabe si premonitoria o sólo populista.

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