Puntos uno a uno del Sevilla FC en su visita en Copa del Rey a la UD Almería: Hace falta mucho más que Juninho y Vargas

Está muy bien que Víctor Orta potencia en enero el ataque del Sevilla FC, aunque algunos en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán pensarán si merece la pena la inversión en Juninho Vieira (cuatro millones de euros fijos y uno en variables) y Rubén Vargas (seguramente hagan falta cerca de tres más) para una sola competición, LaLiga. Pues sólo hizo falta un rival en condiciones y la tormenta perfecta que supone el primer partido de 2025, con el siguiente a una semana vista (por lo que las rotaciones masivas, máxime tras un parón de dos semanas, no eran necesarias), para que los blanquirrojos se despidieran de la Copa del Rey. A la tercera fue la vencida, aunque tampoco fue un paseo militar ante Las Rozas y Olot. Esta vez, la UD Almería pasó por encima a los de García Pimienta, superados pese a adelantarse en el marcador y perdonar, con un efectivo Marezi Milovanovic y un estelar Luis Suárez, autor de un 'hat-trick'. Más valdría apuntalar la zona de contención.

Así jugaron los nervionenses

NYLAND: 5

Buena mano abajo ante Luis Suárez, que le fusiló luego en tres ocasiones (adivinó la dirección del penalti, al menos). Pudo hacer poco en las dos acciones a bocajarro, como tampoco en el golazo de Marezi. Mal día para regresar a la titularidad.

MONTIEL: 4

Arrancó bien, como todo el equipo, sirviendo un gran balón al área que no acabó en gol por poco, pero Nico Melamed le superó casi siempre por dentro y por fuera, como en la jugada del 2-1.

BADÉ: 3

Infinitamente menos contundente que en otras tardes, sufriendo con la velocidad del anfitrión en las contras. Cometió el penalti del cuarto en el alargue.

MARCAO: 3

Aunque rectificó para impedir un remate fácil de Luis Suárez en el primer tiempo, se vio superado por el colombiano y el resto de compañeros en la reanudación. Marezi, al que había fijado con potencia y un buen cuerpeo, marcó y asistió en sus narices. Tuvo el infortunio de amortiguar el pase del 3-1 para el 'Pichichi' de Segunda.

KIKE SALAS: 4

Controló más a Pozo y se proyectó alguna que otra vez con acierto en ataque, pero fue de más a menos hasta ser sustituido por no poder atar en corto a la pareja Pubill-Puigmal.

LOKONGA: 4

Demasiado solo en la resta para contener la producción de los rivales, con Lopy y Melero ganando más balones. Le cogió asco al partido.

JUANLU: 4

Desperdició un mano a mano que casi habría cerrado el partido al cuarto de hora. Luego, pisó a Maximiano para evitar que el empate subiera al marcador y no estuvo acertado posteriormente en el remate. Volver a su rol inicial de interior no le está sentando demasiado bien.

SAÚL: 3

En tierra de nadie: ni ayudó en la resta a Lokonga ni fue determinante en la creación, más allá de un centro-chut desde la línea de fondo en el primer tiempo que casi se convierte en autogol.

LUKÉBAKIO: 4

Empezó a su nivel, asistiendo en el 0-1 y generando muchos problemas a Bruno Langa, aunque se fue apagando conforme mejoró en la resta el Almería y se vio muy solo en la generación.

IDUMBO: 4

Falló una pintiparada, aunque lo arregló Isaac. Se proyectó mejor por dentro que por fuera, sin hacer casi daño por la izquierda.

ISAAC ROMERO: 5

Gran gol nada más arrancar, con un reverso y un zurdazo cruzado a la red. Luego, le anularon uno por falta previa de Juanlu y vio cómo Radovanovic se la sacaba bajo palos. Activo, pero sin suerte.

PEQUE: 4

Más centrado, como le gusta, no marcó diferencias nunca.

GARCÍA PASCUAL: 5

Peleó bien en la presión y cazó un par de balones aéreos, aunque no se puso de gol.

JOSÉ ÁNGEL CARMONA: 5

Intentó ser lateral y extremo a la vez, aunque no lo logró. Puso ganas y energía.

PEDROSA: 4

Le siguieron pasando como aviones por el perfil zurdo.

MANU BUENO: s.c.

Salió en el alargue por Saúl y colgó un par de balones al área sin consecuencias.

GARCÍA PIMIENTA: 3

Apostó por un once bastante titular, aunque se echó de menos, tras el empate y el 2-1 enseguida, que no se volviera loco con los cambios y sí buscara apuntalar las posiciones en las que hacía aguas su equipo, que se desdibujó con cambios prematuros de sistema.