Las nuevas leyes del fútbol, seguramente, obligarán al Almería a buscar la permanencia sin su mejor hombre. De largo. Y quizás eso le permita conservar a Ramazani, un puñal por el que ya se pelean en Centroeuropa clubes de nivel. Pero, sin lugar a dudas, Umar Sadiq es el hombre más diferencial de que dispone Rubi. Medio ascenso se labró con sus 19 goles y 12 asistencias. Ya lleva dos dianas en la elite, aunque mucho debe cambiar la cosa para que lleguen más de rojiblanco. Puede haber sido su último baile en el Power Horse Stadium, donde cruzan los dedos para que las cuentas puedan cuadrarse sin soltar al nigeriano, con el que sería posible soñar, incluso, con cotas mayores. Desde su palco privado, el dueño miraba pensativo al césped, seguramente haciendo números. Quedan cinco largos días para comprobar cuál es el final de este 'culebrón'.
El africano, herido desde el arranque de curso en la cabeza, amagó con marcharse tras una acción fortuita en la que tropezó inoportunamente con uno de los asistentes. Cojeó e hizo temblar a la grada, a su entrenador y a sus compañeros, pero no. Comenzó a carburar al filo del descanso y demarró en la segunda mitad, pletórica de garra, potencia y calidad. Antes, ya se había marcado un pase interior sublime, tras bajarla de espaldas y amagar el disparo a la media vuelta, pero el compañero de turno estaba en fuera de juego. Luego, peleó la acción del empate y, en una reanudación soberbia, firmó la remontada. Además de media docena de acciones portentosas. Justo antes de marcar el 2-1 a puerta vacía, dejó atrás con suma facilidad a Rekik, imponiendo su aceleración y su zancada desde la línea que separaba ambos campos.
Más tarde, fue al choque con Bono, Nianzou, José Ángel Carmona y quien se le pusiera por delante. A veces, tirando de pillería (y de manos). Otras, pecando de individualista. Pero en Almería le perdonan todo. Es un ídolo. Y, además, marca diferencias. Monchi, que busca un '9' como el comer para levantar cabeza, firmaría seguro con los ojos cerrados al nigeriano, pero piden por él 30 millones de euros. Y el Sevilla, ahogado todavía por el tope salarial de LaLiga, aspira únicamente a una cesión o a un 'mirlo blanco'. Nadie se atreve a pensar en que este 1 de 9 refleja la realidad de la plantilla nervionense. Se levantará más pronto que tarde, pero que sea pronto, porque los rivales por la Champions pueden escaparse demasiado.
Las mejores imágenes del Almería 2-1 Sevilla de LaLiga.