La falta de toma de decisiones dificulta la situación del Almería

El equipo rojiblanco tiene cada vez más cerca las puertas a la Segunda División tras no conseguir sumar puntos

La falta de toma de decisiones dificulta la situación del Almería
Rubi en el partido entre la UD Almería y el FC Barcelona - UES
Paula Fiorella MéndezPaula Fiorella Méndez 4 min lectura

Está claro que la UD Almería no está pasando por su mejor momento, pues encontrándose en el puesto número 19 de la tabla de clasificaciones de LaLiga, tiene muy complicado salir de la zona de descenso a estas alturas, sin embargo, todavía queda algo de esperanza.

A día de hoy, la principal cuestión que se trata en el club es Rubi, un entrenador que sigue a pie de cañón pero que no da los resultados deseados. El técnico cuenta con el apoyo y la confianza de los jugadores, digamos que incluso la del club, pero por alguna razón, todo lo que trabaja y aplica no se ve reflejado a la hora de la verdad en el césped.

Ahora mismo las ideas que se tienen sobre Rubi se dividen en dos grupos: en los que confían en el talento del entrenador considerando que en poco tiempo conseguirá sacar al equipo del pozo en el que se encuentran, y por otro lado los que creen que el técnico ya ha contado con tiempo suficiente para solucionar las cosas y que por lo tanto, debería abandonar su puesto.

Desgraciadamente, la situación del Almería es tan alarmante, donde solo por todo lo que se juega, el club debería aclarar pronto este problema y tomar una decisión respecto al futuro del técnico y el camino que puede tomar la entidad, sabiendo que la Segunda División es una realidad que cada vez se encuentra más cerca.

Lo que está claro es que alargar la toma de decisiones es algo que puede salir bastante caro, pues a pesar de que Joâo Gonçalves haya metido mucho dinero en casa gracias a los traspasos de Darwin Núñez y Umar Sadiq, si Rubi no consigue que sus jugadores destaquen en el campo de juegos y sumen puntos, la estabilidad del club se va completamente a pique.

Por otro lado, aunque nadie quiera admitirlo, la llegada al Club a Segunda División sería una situación de la que nadie admitiría la culpa, a pesar de que cada uno tenga una parte de ella ya sea por una cosa u otra, entre ella, retrasar los planes y la toma de decisiones importantes. En esa situación cada individuo se lavaría las manos como pudiera, Rubi finalizando su contrato y yéndose a otro lugar buscando una manera de continuar su carrera profesional y Mohamed El Assy se olvidará de las promesas que hizo un tiempo atrás, entre las que se encontraba que el equipo no volvería a Segunda.

Para mala suerte del Director, finalmente será la única persona responsable de las desgracias, teniendo que hacerse cargo que arreglar todos aquellos platos rotos que vayan dejando otros por el camino, con el único fin de que la UD Almería salga a flote.

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