El Valencia está empezando a sufrir la cuesta de enero incluso antes de que este famoso periodo post navideño llegue. El conjunto dirigido por Baraja que tuvo un buen arranque de temporada, por encima de las expectativas que en un principio se le presuponían a un equipo que tras la conclusión del mercado de fichajes de verano, se esperaba que estuviese peleando en los puestos de abajo por una permanencia que ya logró el pasado año en la última jornada.
El Valencia arrancó en LaLiga EA Sports con un triunfo importante en el Sánchez Pizjuán que confirmó con otra victoria en Mestalla ante Las Palmas. Hubiese sido perfecto para los de Baraja sumar el tercer triunfo consecutivo ante Osasuna en casa pero los de Arrasate truncaron la fiesta de los che, al igual que pasó en la visita a Mendizorroza donde los valencianistas cayeron por 1-0.
Cuando parecía que lo visto en las dos primeras semanas era fruto de la casualidad, Baraja dio un golpe de autoridad sobre la mesa y en Mestalla, el Valencia sacó los 3 puntos con un partido brillante ante todo un Atlético de Madrid. Ese fue casi el último atisbo de una temporada tranquila para los valencianistas ya que después llegaron 2 puntos de 12 posibles que se contrarrestaron con otra buena racha de 3 de 7. Ahí fue donde se paró definitivamente este Valencia que tras el triunfo ante el Granada, recibió una dolorosa manita ante el Real Madrid, empató ante el Celta y perdió ante Girona y este pasado viernes ante el Getafe.
Es la primera vez desde que Baraja tomó los mandos del Valencia la pasada campaña y lo salvó del descenso que se encuentra ante un crisis similar dirigiendo al conjunto che. El bagaje de 1 punto sobre 12 posible no es tan negativo gracias a que aún tiene colchón por detrás.
Colocado justo en el ecuador de la clasificación (décima posición), el Valencia suma 19 puntos y ahora mismo tiene casi a la misma diferencia los puestos europeos (9 puntos) que marca el Athletic Club (con un partido menos a la espera de conocerse cuando se jugará el choque suspendido ante el Granada) que los puestos de descenso que marcan el Celta de Vigo con 9.
Por suerte para los che, los de abajo no están demasiado finos y no están ganando apenas ningún partido por lo que en el momento que los valencianistas vuelvan a la senda de sumar puntos, las aguas volverán a su cauce. El Valencia tiene por delante ahora el choque ante el FC Barcelona el próximo fin de semana en Mestalla, tendrá que visitar Vallecas para cerrar el año ante el Rayo Vallecano y empezará el 2024 con un duelo de rivalidad directa como el que les llevará a recibir al Villarreal. Los groguets a pesar de su última derrota ante la Real Sociedad, se podría decir que están en un momento diametralmente opuesto a los de sus vecinos de la Comunidad Valenciana desde que llegase Marcelino.
En Valencia, especialmente Peter Lim y sus asesores, son de tener poca paciencia con los entrenadores y en Mestalla tendrán menos si la cosa sigue así. A favor de Baraja puede jugar que el año pasado se ganó un crédito importante salvando al equipo y que además fue un futbolista de gran trayectoria en el club del Turia. Habrá que esperar los próximos 2-3 encuentros para ver si la crisis se ahonda más o vuelve a resurgir de las cenizas con un equipo que está construido con muy poco pero que cree mucho en el sistema de Baraja con jugadores traídos desde las categorías inferiores.