Que hablen o canten los Biris

Joaquín Adorna
4 min lectura

Llegan los miedos..., nacen las normas. Muere Jimmy en los alrededores del Calderón. ¿Violencia en el fútbol o radicales que no pinchan precisamente pelotas? Es fútbol. En las aguas del Manzanares resuenan cánticos violentos muchos domingos. Y en las mesas de los políticos, manotazos violentos para tapar la negligencia. ¿Y aquella ley 19/2007 contra la violencia, el racismo y la xenofobia? Desempolven.
Actúen con firmeza. Como tantas veces, del cero al infinitivo. No importa. Creemos un amplio manto legal que, de camino, ayude a tapar los pitos al Rey en su final de Copa, que ya acumula demasiado descrédito la Corona con sus escándalos económicos... y Hacienda somos todos. ¿Hacienda? ¡Eureka! Pactemos. En la mesa, el Estado y el Fútbol (su patronal). Cardenal-Tebas. Los derechos de televisión a cambio de los clubes al día con Hacienda y ni un caso más de violencia en el fútbol. Demos vida a la ley del 2007. Normas. Normas extremas, castigos ejemplares...
Habla el Sevilla..., y dice NO. Se levanta en los foros en los que escuece la palabra y dice a Tebas que se suma a la lucha contra la violencia pero NO se acoge a la nueva normativa que obligaría a los Biris a poner sus huellas dactilares para acceder al estadio; que asume el riesgo de apostar por los suyos, por su afición, aun a costa de renunciar a un escudo con el que quedaría exento de responsabilidad en los conflictos que pueda deparar el futuro. El Sevilla dice que NO tiene una afición violenta; que NO va a señalar a miles de sevillistas por siete individuos identificados con nombres y apellidos; que NO cree que se vayan a erradicar los cánticos generalizados que supuestamente incitan a la violencia formando un gueto en una zona del estadio; que NO se cambia una cultura y unos comportamientos inadecuados sólo con medidas represivas, más bien todo lo contrario: a mayor represión, mayor libertinaje (desenfreno en las obras o en las palabras, según la RAE).
El Sevilla dice a todo el fútbol español que NO va a permitir que se utilice a su afición como chivo expiatorio; que NO quiere experimentos a costa de un grupo que lleva tiempo en el punto de mira de Tebas; que NO va a señalarles ni a discriminarles por unas medidas desproporcionadas que nacen del miedo; que NO va a precipitarse a la hora de implantar un sistema que debe introducirse de forma progresiva -cuando existan todos los medios técnicos para hacerlo-, y de forma generalizada -para todos y en todos los campos de España-.
El Sevilla NO acepta los preceptos de Tebas cual súbdito obediente y ha logrado convertir las amenazas de cierre en sanciones económicas. ¡Ojo! Sanciones por valor de... ¡170.000 euros! Si siguen los insultos, los expedientes, las multas, el riesgo de cierre..., cambiará de estrategia. De momento, el Sevilla dice NO y se pone, con valentía, en manos de su afición. Turno de palabra..., que hablen o canten los BIRIS. Se puede animar... SIN INSULTAR.
Actúen con firmeza. Como tantas veces, del cero al infinitivo. No importa. Creemos un amplio manto legal que, de camino, ayude a tapar los pitos al Rey en su final de Copa, que ya acumula demasiado descrédito la Corona con sus escándalos económicos... y Hacienda somos todos. ¿Hacienda? ¡Eureka! Pactemos. En la mesa, el Estado y el Fútbol (su patronal). Cardenal-Tebas. Los derechos de televisión a cambio de los clubes al día con Hacienda y ni un caso más de violencia en el fútbol. Demos vida a la ley del 2007. Normas. Normas extremas, castigos ejemplares...
Habla el Sevilla..., y dice NO. Se levanta en los foros en los que escuece la palabra y dice a Tebas que se suma a la lucha contra la violencia pero NO se acoge a la nueva normativa que obligaría a los Biris a poner sus huellas dactilares para acceder al estadio; que asume el riesgo de apostar por los suyos, por su afición, aun a costa de renunciar a un escudo con el que quedaría exento de responsabilidad en los conflictos que pueda deparar el futuro. El Sevilla dice que NO tiene una afición violenta; que NO va a señalar a miles de sevillistas por siete individuos identificados con nombres y apellidos; que NO cree que se vayan a erradicar los cánticos generalizados que supuestamente incitan a la violencia formando un gueto en una zona del estadio; que NO se cambia una cultura y unos comportamientos inadecuados sólo con medidas represivas, más bien todo lo contrario: a mayor represión, mayor libertinaje (desenfreno en las obras o en las palabras, según la RAE).
El Sevilla dice a todo el fútbol español que NO va a permitir que se utilice a su afición como chivo expiatorio; que NO quiere experimentos a costa de un grupo que lleva tiempo en el punto de mira de Tebas; que NO va a señalarles ni a discriminarles por unas medidas desproporcionadas que nacen del miedo; que NO va a precipitarse a la hora de implantar un sistema que debe introducirse de forma progresiva -cuando existan todos los medios técnicos para hacerlo-, y de forma generalizada -para todos y en todos los campos de España-.
El Sevilla NO acepta los preceptos de Tebas cual súbdito obediente y ha logrado convertir las amenazas de cierre en sanciones económicas. ¡Ojo! Sanciones por valor de... ¡170.000 euros! Si siguen los insultos, los expedientes, las multas, el riesgo de cierre..., cambiará de estrategia. De momento, el Sevilla dice NO y se pone, con valentía, en manos de su afición. Turno de palabra..., que hablen o canten los BIRIS. Se puede animar... SIN INSULTAR.
