Suele pasar con los entrenadores nuevos que llegan a
Sevilla. Se les pregunta por el derbi y, sin ser conscientes de la trascendencia que pueden tener sus palabras, responden con naturalidad, como si de un partido cualquiera se tratara. Montella ya sabe la importancia que tiene perder ante el
Betis, porque pocos olvidan la dureza de la ‘manita’ encajada en el
Sánchez-Pizjuán. Pero el técnico italiano ha entrado al trapo y ha dado un titular que los béticos pueden guardar para encontrar una motivación extra y sacarlo a pasear, llegado el caso, cuando concluya LaLiga: “No es una posibilidad que el Betis quede por delante del Sevilla”.
Para ser justos, en su descargo hay que añadir varios apuntes. De una parte, el tono jocoso en el que el periodista de
Mediaset, Tito González, le pregunta: “Si el Betis queda por delante del
Sevilla, ¿sabe la que le puede caer?”. De otra, el problema del italiano para entender nuestro idioma. De hecho, tiene que recurrir al traductor para llegar a comprender la pregunta, y no parece que llegue a captar ese matiz final de “la que le puede caer”. Y, finalmente, su disposición a bromear con el reportero, a quien pregunta, incluso, si es del
Betis, porque va vestido de verde. No hay, por tanto, la más mínima falta de respeto ni al eterno rival ni a su afición, y no conviene insuflar oxígeno a una llama que ya puede estar lo suficientemente activa con los dos equipos metidos en la lucha por el mismo puesto europeo.
Ahora bien, se ha equivocado
Montella, y bien haría en atender a quienes le pueden asesorar magníficamente en este sentido en el departamento de comunicación del club, antes de pisar nuevos y futuros charcos, que vendrán más pronto que tarde con la lluvia que llega ahora a Sevilla. Se ha equivocado
Montella porque, a tres puntos del Betis, la posibilidad matemática existe; porque la escasa fiabilidad de su equipo en
Liga no le permite alzar la voz; y porque las recientes dinámicas ligueras del
Sevilla y el
Betis alimentan esa posibilidad que él niega, como la alimenta la distracción que el partido de vuelta en
Champions ante el United o la final de
Copa puedan generar en su vestuario.
A esos detalles relevantes hay que añadir un calendario más asequible para los de
Setién. El Sevilla aún debe medirse (al menos lo hará en Nervión) con Valencia, Villarreal y los dos poderosos de LaLiga,
Barça y
Madrid, a los que ya se ha quitado un Betis que, eso sí, visitará este fin de semana Mestalla y le quedará otro hueso en el Wanda, el
Atlético de Simeone. Espinas para los dos, pero más peligrosas para un Sevilla que puede perder el duelo particular ante el
Betis. La opción existe, por más que Montella haya jugado a negarla.