Llegó como el fichaje más caro de la historia del Sevilla, costó
21,5 millones de euros, y se marcha con su caché devaluado como primera operación en un mercado de invierno que se acaba de abrir.
Cesión a la Fiorentina hasta final de temporada con opción de compra que ronda los
15 millones de euros. Un adiós necesario porque se intuye que será fácil sustituirle por
un delantero que aporte mejores soluciones a Machín y porque casi todos los sevillistas piensan que la etapa del colombiano en el
Sevilla está ya finiquitada.
La encuesta realizada en nuestra web expresa el sentir de la afición:
una inmensa mayoría considera el paso de Muriel por el Sevilla un fracaso. Nunca ha terminado de engancharse y, aunque a veces tenía detalles que invitaban a la esperanza,
ha perdido la internacionalidad con Colombia (jugó el Mundial) y se han reducido a cero sus opciones de triunfar.
Exceso de peso, exigencia de goleador nato por su coste sin ser delantero de referencia, debilidad mental, mala definición... demasiados factores que han generado una evidente desconfianza en la grada.
Sus números en su primera temporada no fueron del todo malos.
46 partidos: 29 en Liga (7 goles y 2 asistencias), 9 en Copa (2 goles y 1 asistencia) y 8 en Champions (1 asistencia).
Marcó un gran gol en Barcelona ante el Espanyol (ganó el Sevilla 0-3); marcó en
Leganés (1-1) y facilitó el
pase a la final de Copa (ganó 2-0 el Sevilla en Nervión); y dio una
asistencia en la Supercopa, ya con Machín en el banquillo. Pero en su año y medio como sevillista la foto muestra su
evidente fracaso deportivo: 65 partidos, 13 goles y 8 asistencias. Un rendimiento que está un escalón por debajo de lo que necesita un equipo aspirante a
Champions.
Decisión acertada de Caparrós, que será mejor aún si quien le sustituya -
Morata y Jovetic entre las opciones- supera los números de Muriel y si éste 'resucita' en Italia para que el club recupere parte de la gran inversión realizada.