La foto del Betis: callejón de difícil salida

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
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La foto del Betis: callejón de difícil salida
- Joaquín Adorna (@JoaquinAdornaED)
Probablemente Haro y Catalán estén viviendo estos días el momento más complicado desde que están al frente del Betis. A la acumulación de proyectos fracasados desde que se hicieron con el poder del Betis en la histórica Junta de Accionistas del 23 de septiembre del 2015, se suma ahora la sensación de que el actual va por el mismo camino y van a tener que hilar muy fino para salir airosos de una complicada encrucijada.

Fallaron primero con Eduardo Macià (Ollero en la presidencia y Merino sustituyendo a Mel en el banquillo). Tampoco les funcionó la apuesta por Miguel Torrecilla (ya con Haro de presidente, y Poyet y Víctor Sánchez del Amo en el banquillo). La lucha entre Serra Ferrer y Setién (éxito el primer año y una segunda temporada desastrosa) la han resuelto cortando ambas cabezas, cerrando la puerta al retorno de Serra porque es pasado y dejándola entreabierta a Quique Setién.

El nuevo organigrama en la Secretaría Técnica, que depende de la Comisión Deportiva que forman Haro, Catalán, el hombre fuerte en esta parcela, y Alexis como coordinador del Área Deportiva, ha montado un nuevo proyecto con muy buenos jugadores, pero que después de diez jornadas lleva dos en zona de descenso, con tan sólo 9 puntos logrados de 30 posibles.

Al entrenador se le ve desbordado y al equipo sin personalidad tras cuatro meses de trabajo, con futbolistas añorando los métodos y el fútbol de Setién. Rubi está solo. Con tres años de contrato firmados vive en la cuerda floja y no recibe un respaldo público contundente de los dirigentes. Entre ellos y el plantel lo están dejando caer. Y la afición, crispada. Más de 1.200 béticos acudieron a Granada y acabaron gritando "jugadores, mercenarios" y correando el nombre de "Lorenzo Serra Ferrer".

La foto está para no mirarla. ¿Y ahora qué? Haro ha descartado la solución que quieren muchos béticos: el retorno de Serra Ferrer. Además, habría que ver si el mallorquín está dispuesto a volver tras el duro despido que tuvo (siete folios con sus muchas carencias y errores). Si no hay reacción deportiva -llega el Celta este miércoles con Fran Escribá también jugándose el cargo- el despido de Rubi parece cantado, porque el club debe buscar una reacción antes de visitar el Bernabéu y recibir al Sevilla en el derbi del 10-N. ¿Será suficiente un cambio de entrenador para revertir la situación de un club a la deriva deportivamente? Se verá, si llega el caso.

La guerra accionarial, para colmo, también está abierta. Joaquín Caro Ledesma compra acciones, no descarta presentar una candidatura con Serra como abanderado, y Haro ha anunciado en Cope Sevilla que él también va a seguir comprando. Haro y Catalán han aportado estabilidad al Betis y es innegable el crecimiento de la entidad en lo social e institucional. Un cambio en la próxima Junta de Accionistas no parece previsible, pero tal vez el miedo a una oposición active el ingenio de unos dirigentes (ya trajeron a Serra para desactivar a Rafael Salas) que se han metido en un callejón de difícil salida.
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