Estadio Deportivo3 min lecturaEl plusmarquista nacional de 800 metros Saúl Ordóñez declaró a Efe tras su llegada a España tener sensación de "impotencia" tras su debut olímpico en Tokio 2020, donde se quedó a tan solo una centésima de haber accedido a la semifinal.
El atleta de Salentinos (León), que se veía "más que capacitado" para haber accedido, al menos, a la penúltima carrera de la cita olímpica no quiso "buscar excusas" a su prematura eliminación, pero si consideró que el tropiezo sufrido tras la salida de los primeros 200 metros para coger la calle pudo pasarle factura.
"Es cierto que no tuve una buena carrera, quizá tácticamente me faltó ir mejor colocado y por eso quedó una sensación amarga y de impotencia porque la serie no era especialmente dura y estaba en un nivel de forma adecuado para haber mejorado la quinta plaza final", apuntó.
El discípulo de Uriel Reguero compartió habitación en la villa olímpico con el gran protagonista del trío español en esta distancia, el gallego Adrián Ben, que le derrotara en el campeonato de España y al que le vio "muy consistente en las eliminatorias, corriendo con mucha inteligencia".
Por ello, lejos de sentir "envidia, si es cierto que se experimenta una sensación de amor y odio, alegrándote por lo que consigue un compañero -quinto puesto en la final olímpica- y resentimiento pero contigo mismo porque es un rival con el que siempre has competido de tú a tú", comentó.
Una vez pasada página de la experiencia olímpica, el corredor de New Balance ya fija el objetivo en el próximo año donde habrá tres citas más que importantes, el mundial y el europeo al aire libre y la cita continental también en pista cubierta, antes de pensar en el horizonte más lejano de París 2024.
"Son tres años los que quedan por delante para los siguientes Juegos y antes hay muchos otros objetivos importantes, por eso se trata de levantar la cabeza y trabajar muy duro para poder seguir optando a todo", dijo.
Ordóñez volverá a intentar compaginar los 800 y 1.500 metros antes de deshojar definitivamente la margarita por cuál distancia inclinarse, tal y como hizo antes de Tokio 2020.
"Me apetecería dequitarme de lo sucedido con una buena carrera en 800, pero ahora toca descansar unas semanas y creo que puedo ser competitivo en ambas distancias cuando además se está demostrando que los atletas cada vez somos más longevo y ahí está la prueba de Mechal y su mejor registro en 1.500 a los 31 años", afirmó el atleta berciano.