Carlos Sainz desvela su futuro
El madrileño asume que el Williams no dará un salto de rendimiento y fija su objetivo para el resto del año

Carlos Sainz afronta la segunda parte del Mundial de Fórmula 1 con una hoja de ruta clara: maximizar cada fin de semana, aunque el monoplaza no esté para luchar arriba. El piloto español sabe que la temporada 2025 será de transición y que el gran cambio llegará en 2026, pero no renuncia a sacar el máximo provecho de cada carrera.
Un debut con altibajos
La llegada de Carlos Sainz a Williams generó ilusión en Grove. El equipo británico sorprendió en el arranque del curso, situándose quinto en el Mundial de constructores. Sin embargo, los resultados del madrileño no han sido tan brillantes como se esperaba: apenas 16 puntos en su casillero, frente a los 54 de su compañero Alex Albon.

Sainz reconoce que la suma de errores propios, decisiones cuestionables desde el muro y limitaciones técnicas han lastrado su rendimiento. “Creo que podríamos tener muchos más puntos”, admite, dejando claro que no todo depende del piloto.
El foco, en la ejecución
Consciente de que la aerodinámica y la evolución del FW47 están prácticamente congeladas, el español sabe que su margen de mejora pasa por otro lado: “A corto plazo, me centraré en las ejecuciones del fin de semana. No hay nada que podamos hacer realmente en el desarrollo del coche”, asegura.
En Hungría probó varias configuraciones en busca de velocidad extra, pero terminó regresando al set-up que mejores resultados le dio en citas como Miami o Imola, donde brilló en clasificación. “El problema es que creo que nos hemos quedado un poco fuera de desarrollo”, admite.
Una segunda mitad para encontrar la constancia
Williams lleva meses con la vista puesta en el cambio de reglamento de 2026, algo que ha frenado su progresión en 2025. Por eso, Sainz se fija un objetivo más realista: lograr regularidad y fines de semana limpios. “La segunda mitad del año será para conseguir coherencia con el coche y evitar errores que nos dejen sin puntos”, afirma.
La última carrera antes del parón, en Hungaroring, fue un ejemplo de lo que quiere replicar: sin problemas, pero sin opciones reales de brillar. “Fue un fin de semana limpio, aunque llegó en la pista menos favorable para nosotros. Si lo hubiéramos tenido en Spa o Miami, estaríamos hablando de muchos más puntos”, lamenta.
Pensando en el futuro
Sainz sabe que su primer año con Williams es, en gran parte, una inversión de cara a 2026. Sin embargo, no tira la toalla y aspira a cerrar 2025 con actuaciones que devuelvan la confianza y sirvan de base para el nuevo proyecto. “Cuando el coche esté ahí arriba, tendremos que estar listos para aprovecharlo”, sentencia.