Confirmada la 'guerra' por la presidencia de la FIA

Mohammed Ben Sulayem desea terminar lo empezado. Así lo ha confirmado. El presidente de la FIA desde diciembre de 2021, ha anunciado que se presentará para ejercer un segundo mandato al frente del órgano de gobierno del automovilismo mundial. Dicha elección está programada para el 12 de diciembre en Taskent, Uzbekistán, durante la Asamblea General de la Federación.

Bajo la campaña "FIA For Members" y con el lema "Mucho hecho. Aún por hacer", el ex piloto de rally emiratí ha prometido completar las reformas que ya ha iniciado y emprender otras nuevas. Y entre su nuevo equipo de trabajo estarían Carmelo Sanz de Barros como presidente del Senado FIA, Tim Shearman como vicepresidente de movilidad y turismo y a Malcolm Wilson como vicepresidente de deporte.

En dicha presentación, Ben Sulayem ha resaltado los logros alcanzados hasta ahora, especialmente en el plano económico: "Hemos emprendido para la FIA un camino exigente pero extremadamente gratificante, transformándola en una organización moderna, dinámica y orientada al futuro, hoy reconocida mundialmente por su gobernanza, su gestión y su liderazgo en asuntos globales de relevancia".

"Los progresos que hemos logrado son motivo de orgullo para todos nosotros: finanzas más sólidas, una gobernanza mejorada, una estructura de gestión reformada, mayor apoyo a nuestros miembros y una voz de la FIA más fuerte en la escena internacional", continúa su comunicado a la Federación.

Su nuevo programa incluye un espacio amplio al desarrollo del automovilismo base y al crecimiento global de las disciplinas bajo el amparo de la FIA.

Su rival por la presidencia será el estadounidense Tim Mayer, quien anunció su candidatura durante el fin de semana del Gran Premio de Gran Bretaña, presentando el proyecto “FIA Forward”. Mayer ya ha hecho públicas dos secciones de su manifiesto, dedicadas a gobernanza y movilidad, pero aún no ha revelado la parte relacionada con el deporte ni ha completado la composición de su equipo.

Uno de los puntos centrales de la campaña de Mayer es la transparencia, tema que adquiere especial relevancia a la luz de las controversias surgidas durante la presidencia de Ben Sulayem: desde las tensiones con Liberty Media sobre los derechos comerciales de la Fórmula 1, hasta acusaciones de sexismo, pasando por las controvertidas modificaciones estatutarias y los casos de presunto conflicto de intereses.