El accidente de Yuki Tsunoda, ver para creer
El aparatoso accidente que sufrió el japonés durante la 'Qualy' sobrecogió a todos los espectadores. Salió ileso y andando por su propio pie, pero las imágenes son de ver para creer

Un video perfectamente grabado para aquel programa de antaño que echaban en televisión y que sólo recordarán los que peinan algunas canas: 'Ver para creer'. Eso es lo que se vivió ayer en el Gran Premio de Emilia-Romagna, en Imola, con el accidente protagonizado por Yuki Tsunoda. Lo que le faltaba a Red Bull.
Afortunadamente todo quedó en un susto, pero el piloto japonés se estrelló violentamente contra las protecciones y su monoplaza salió volando por los aires literalmente. Un momento impactante que sobrecogió el corazón de todos los espectadores allí presentes y que lo estaban viendo por la pantalla.
El hecho en sí ocurrió en el primer sector, en la Q1, justo en la segunda chicane del trazado, cuando el asiático llevaba a cabo su primer intento de vuelta rápida, pero pisó ligeramente el piano interior, su coche se desestabilizó y se fue directamente contra las protecciones.
Los expertos todavía no se creen que su cabeza aún siga intacta después de las vueltas que dio. El sistema de seguridad de su monoplaza le salvó la vida. Fue asistido de inmediato por el coche médico, si bien él pudo salir rápidamente andando por su propio pie y, posteriormente, fue chequeado en el hospital del circuito, sometiéndose a diversas pruebas.
Cabe recordar que el piloto japonés de Red Bull entró en la alineación principal en el Gran Premio de Japón tras decidir Red Bull que debía ser el relevo de un Liam Lawson que no había conseguido los resultados esperados en el inicio del campeonato. Una decisión cuestionada y que hizo que todos los focos apuntaran ahora hacia un Tsunoda que también estaba cuestionado antes del accidente.
Y precisamente fue el propio Lawson uno de los primeros en interesarse en su compañero de escudería: "Madre mía... ¿Está bien? He visto el accidente en las pantallas". Posteriormente, el resto de pilotos de la parrilla se interesó por el estado de salud de Yuki.
Pase lo que pase ya, será un fin de semana difícil de olvidar para el piloto nipón. Y no por los resultados, donde está teniendo complicaciones desde el primer entrenamiento, sino porque literalmente ha vuelto a nacer. Todavía no se acerca al ritmo de su compañero Max Verstappen, ni parece que lo terminará consiguiendo. Pero lo que sí le servirá este Gran Premio que se disputa en tierras italianas será para valorar el nivel de riesgo de cara a los próximos certámenes. Porque su monoplaza ya le ha dado el primer aviso serio. Y la próxima vez podría no contarlo.