MOTO2

La confesión más dura de Huertas

El madrileño afronta su primer año en Moto2 con aprendizaje, dificultades y el objetivo claro de consolidarse en 2026

La confesión más dura de Huertas
Adrián Huertas hace balance de su temporada en Moto2 - Cordon Press

Adrián Huertas (Madrid, 2003) es uno de los nombres propios del motociclismo español con mayor proyección. Campeón del mundo en Supersport300 y Supersport, decidió rechazar un salto más cómodo a Superbike para enfrentarse al desafío de Moto2, la antesala directa de la categoría reina. Sin embargo, el debut en el campeonato no ha sido sencillo.

En una entrevista con MARCA, el piloto reconoció que sus expectativas en pretemporada fueron demasiado altas tras unos test brillantes que le hicieron pensar en un ‘top 10’ regular. La realidad, sin embargo, ha sido muy distinta: circuitos desconocidos, un equipo nuevo y la presión de los resultados frenaron el arranque de temporada. “Podría haber hecho una mejor campaña estando más calmado. Pero mi mentalidad sigue siendo súper ganadora, y a veces de más. Eso me ha llevado hasta aquí y también es lo que me hará volver a luchar por grandes cosas”, asegura Huertas.

“Atrás hace más frío que delante”

El madrileño no esconde que la adaptación ha sido complicada a nivel emocional. Venía de un paddock como el de Superbike, mucho más familiar, y en Moto2 tuvo que acostumbrarse a estar más solo. “Lo hablaba con una persona que me ayudó en algunas carreras: en la parte de atrás hace mucho frío. La gente dice que delante hace frío, pero detrás lo es aún más”, confiesa.

Pese a todo, Huertas ya ha dejado señales de su talento. Su séptimo puesto en Hungría mostró que, conociendo bien los circuitos, puede estar más arriba. “Ahí confirmé que podía estar delante, aunque para mí no fue un carrerón como para otros. Soy muy competitivo y siempre quiero más”, añade.

Objetivo 2026: consolidarse en Moto2

El español sabe que Moto2 exige paciencia y regularidad, virtudes que está construyendo paso a paso. Huertas se fija en compañeros como Diogo Moreira o Manu González, que destacan por su consistencia, más allá de resultados puntuales. “Obviamente el año que viene tengo que sacar la cabeza. Sé que trabajando bien en pretemporada estaré más adelante. Todo lo que hemos sembrado en este 2025 debe consolidarse en 2026”, señala.

El camino no ha sido fácil, pero Huertas no pierde la fe. Su mentalidad competitiva, que él mismo define como “súper ganadora”, sigue intacta y es la que le mantiene convencido de que tarde o temprano llegará su momento. “Tengo el potencial para estar ahí y lo voy a demostrar. No paro de picar piedra y no voy a parar hasta conseguirlo”.