Los hermanos Márquez se pierden el respeto

El mayor teme ahora al pequeño. Le ve como su gran rival ahora mismo, incluso por encima de su compañero Pecco Bagnaia

Los hermanos Márquez se pierden el respeto
Los hermanos Márquez, durante la rueda de prensa previa en el Gran Premio de Argentina. - Cordon Press

Todo eran risas hasta que el menor de los hermanos Márquez se ha colocado líder en la clasificación tras la caída de Marc en Las Américas. Álex, a base de segundos puestos, ha conseguido encaramarse en lo más alto de la tabla y no está dispuesto a bajarse de ella. Y, sobre todo, su estrategia parece clara. Arriesgar sólo cuando sea necesario y lo vea claro.

En Austin, antes de que se celebrara el certamen, Álex ya avisó de sus intenciones: "Soy el pequeño; desde que nací que estoy habituado a sufrir esos juegos mentales". Su regularidad ya ha comenzado a asustar a los campeones mundiales, tanto a Marc como a Pecco Bagnaia. Porque, por ahora, ha estado en todos los podios, tanto los sábados como los domingos.

Y Marc ha dejado claro en una entrevista en Motorsport.com, cómo ve ahora mismo a su hermano: "Si Alex tuviera algún bloqueo, no sería capaz de liderar la carrera de Tailandia o la de Argentina, con un piloto como yo pegado a él, y no cometer ningún error. Ni uno solo. No se desconcentró en ningún momento. De los corredores que hay en la parrilla es el que más me conoce, y eso también hace que sea el que menos respeto me tiene. Sabe que soy de carne y hueso. me ha visto sufrir en casa, cuando estaba mal".

La familia Márquez atraviesa un dulce comienzo de temporada, sobre todo, viendo a sus dos integrantes al frente de la tabla, si bien la caída del mayor de los hermanos en Austin ha creado un poco de desconcierto y algunos fantasmas del pasado han vuelto a aparecer. Y Marc tiene claro que si pierde el Mundial espera que sea porque su hermano lo gane: "Mi hermano es un trabajador nato. Está en una buena dinámica, y lo dije y lo repito: me ganará más de una carrera, más de dos y más de tres. No es campeón del mundo de Moto2 y Moto3 por casualidad. Y tampoco lleva todos esos podios por casualidad. Lo debe tener todo en su sitio. Pero, cuando eso ocurre, es capaz de ir rapidísimo. El año pasado ya acabó muy bien. Yo intuía que esto que está pasando podía suceder. En las últimas carreras, como Australia, Tailandia, Malasia y también en la última, en Montmeló, ya fue más rápido que yo".

Por ahora el buen rollo impera entre ambos y en su familia confían ciegamente en que ese cariño no se pierda fruto de la rivalidad en la pista. Porque saben que, viendo el carácter ganador de ambos, los momentos de tensión en el asfalto también llegarán. Y será ahí cuando deban medir entre lo personal y lo deportivo.