Yankuba Sima, el nuevo talento interior que brilla en España

El pívot catalán del Baxi Manresa Yankuba Sima (Girona, 28 de julio de 1996) es uno de los jugadores de moda en el baloncesto español. Este talento de 2,11 metros de altura y origen gambiano ha brillado en su primera oportunidad con la selección española absoluta, en los dos primeros partidos de clasificación para el Mundial de 2023.

Sima se erigió en el mejor jugador del combinado estatal con 15 puntos, 7 rebotes y 23 de valoración en la victoria ante Macedonia del Norte (65-94) y también despuntó en el último partido frente a Georgia, con 10 puntos, 8 rebotes y 17 de valoración. Un encuentro que también ganó España por 89-61.

Yankuba Sima es el quinto de siete hermanos y es hijo de inmigrantes procedentes de Gambia. El catalán de 25 años, jugó desde pequeño al baloncesto al lado de casa, en el Santa Eugenia de Girona.

Con apenas siete años, se marchó al Sant Josep de Badalona, hasta que en 2013, entró en la Canarias Basketball Academy. Desde allí, logró marcharse a los Estados Unidos para seguir practicando baloncesto y estudiar gestión deportiva en la Universidad de St. John?s de Nueva York, donde jugó en el equipo universitario entrenado por Chris Mullin. En 2016, fichó por Oklahoma State.

Un par de años después y ya con una evolución física importante, el Manresa lo reclutó para su causa, aunque primero lo cedió a Lugo y después a Ourense.

En 2017, Joan Peñarroya lo recuperó para el Baxi Manresa tras la plaga de lesiones. Estuvo un tiempo, pero no terminó de asentarse hasta que, en 2019, Pedro Martínez volvió a confiar en él y empezó a trabajar para pulir a uno de sus mayores talentos.

Dos años después, Yankuba Sima es uno de los jugadores con mayor progresión en la Liga Endesa. El pívot catalán fue renovado el mismo 2019 y este verano termina contrato. Por tanto, se asoma como una de las oportunidades de mercado más evidentes para muchos equipos.

Más allá de eso, sus número en la ACB no están nada mal. Y que en 11 partidos jugados, promedia 6,8 puntos por encuentro (con un 60,4% en tiros de 2), 4,2 rebotes y 8,3 de valoración, en poco más de 16 minutos disputados por encuentro.