A
Luis Rubiales, presidente de la
RFEF, cada vez
se le van sumando más y más casos en los que se ponen en duda la práctica de su mandato al frente de la administración del fútbol español. Estas investigaciones comenzaron desde la ya famosa
Supercopa de Arabia, donde estaban envueltos
Piqué y el presidente.
Ya no solo afecta a
Luis Rubiales, sino que directivos de la
RFEF han hecho uso de su poder para incorporar dentro de la
Federación a familiares y allegados, lo que se traduce en sueldos que están por encima de cualquier salario base. Sin duda el que más ha llamado la atención es el de la modelo
Brigit Tenorio, que fue contratada como secretaria por el presidente y con el que mantiene una relación, según apunta
El Confidencial.
La modelo, con estudios en Economía, estuvo a sueldo de una compañía que recibía contratos de la
RFEF, por petición expresa de
Luis Rubiales. En un primer momento,
Tenorio formó parte del
Departamento de Comunicación y Eventos, pero tras la llegada de
David Aganzo a la presidencia de la
AFE, quedó desvinculada del cargo debido a que no había razón alguna para justificar el salario que recibía.
Tras colocar a la modelo en otra empresa en 2020, donde más tarde también prescindieron de sus servicios,
Luis Rubiales le ofertó un puesto en la
RFEF como secretaria, donde no se había desenvuelto nunca hasta la fecha. Todo el mundo, dentro del organismo de la
RFEF, conoce el vínculo entre ambos.
Hasta la fecha, se ha conocido el interés de
Luis Rubiales en desbancar al presidente de
AFE,
David Aganzo. Por eso, desde
El Confidencial han apuntado que varios jugadores que formaban parte del directorio de la
AFE y afines a
Rubiales pusieron en marcha la ofensiva para intentar quitar del puesto a
Aganzo. La operación estuvo coordinada por la abogada
Almudena Díaz Martín, quien más tarde etaría en las listas de
Vox en 2019 para el
Ayuntamiento de Madrid.Como si de una bola de nieve cayendo cuesta abajo se tratase, cada vez
Luis Rubiales se ve más envuelto en casos sospechosos, que impiden la trasparencia de la
RFEF de la que presumía cuando fue elegido en el cargo. Salarios que no cuadran, afinidades dentro de la
RFEF, espionaje€uno más de tantos.