Ya desde el principio pareció metido con calzador.
Koeman pedía con insistencia un '9' y la confianza en
Luuk de Jong (31) le hizo avalar a su compatriota, un mal menor (pensaría el ya ex técnico culé) ante la imposibilidad de fichar otro delantero de referencia y las lesiones de
Braithwaite (que tampoco le convencía) y el
'Kun' Agüero. Llegó a decir Don Ronald que no se explicaba cómo el
Barcelona no tenía un artillero de esas características, un rematador como el neerlandés, que se marchó en las últimas horas (minutos, casi) de la ventana estival para cubrir el regreso de
Griezmann al Atlético de Madrid y en un afán por abaratar la
masa salarial azulgrana.
De hecho, las filtraciones oficiales en la Ciudad Condal hablaban de que el
Sevilla FC pagaba esta campaña de cesión parte de la ficha del ex del
PSV, que tuvo la opción de volver a 'casa' ante la competencia de
En-Nesyri y Rafa Mir, pero que no quiso dejar escapar el tren que le llevaba al Camp Nou, el sueño de muchos futbolistas. Allí, Luuk no sólo no ha triunfado, sino que
apenas acumula 400 minutos, repartidos en nueve partidos oficiales (6 de LaLiga y 3 de la Champions), en los que anotó un gol. Ni con Koeman, ni con
Sergi... ni con
Xavi. El nuevo entrenador del Barça ya le ha hecho saber que no contará, pues desea a
Cavani o Sterling.
Un
problema para todos, ya que el compromiso era mantenerse en tierras catalanas, al menos, hasta el 30 de junio de 2022. Monchi, es cierto, busca un delantero para el mercado invernal, pues En-Nesyri no acaba de recuperarse de su lesión muscular y, cuando lo haga, se marchará un mes a la
Copa de África, como
Munir (y Bono). Y desde Barcelona ven clara la solución: recuperar a De Jong. 'Mundo Deportivo' apunta este domingo que todo dependerá de la continuidad nervionense en la máxima competición continental. Y es que, si el Sevilla FC no logra meterse en
octavos de la UCL (aunque es colista, depende de sí mismo: ganando los dos partidos que quedan puede ser hasta primero de grupo) o, al menos,
ser tercero y competir en la UEL (de ganar el 'play off' con un segundo de grupo del segundo torneo), no sería
rentable un refuerzo extra en enero.
De cualquier forma, el todavía dueño de los derechos federativos de Luuk, con contrato aquí
hasta 2023, tiene echar cuentas, pues ya
presupuestó su temporada sin el sueldo del neerlandés y, ahora, vería mejor la aparición de un tercero que asumiera ese gasto o su permanencia, juegue o no, en las filas azulgranas. Una '
patata caliente' que se resolverá con el paso de las semanas, pero la
presión en la Ciudad Condal es fuerte, porque Xavi ha entrado con plenos poderes y tiene mucha influencia en Laporta, como ha demostrado con el regreso de
Dani Alves.