El error arbitral que pudo mandar al Cádiz a Segunda y salvar al Granada

Sánchez Martínez fue llamado por el VAR para revisar una acción que pudo ser decisiva

Jesús MejíasJesús Mejías 3 min lectura
La última jornada de liga se presentaba muy intensa en Primera división. Tres equipos: Cádiz Club de Fútbol, Granada CF y RCD Mallorca peleaban por mantenerse una temporada más en la máxima categoría del fútbol, y dos de ellos lograrían la permanencia. Una tarde de domingo en la que los nervios estaban a flor de piel y que se plasmaron en los tres encuentros.

Por un lado, el Granada era quién lo tenía más sencillo ya que se encontraba fuera de los puestos de descenso y recibía en Los Cármenes al RCD Espanyol, que viajaba sin su gran estrella Raúl de Tomás. Por otro lado, el RCD Mallorca tenía la salida más complicada, al estadio de CA Osasuna, pero también comenzaba la jornada fuera del descenso, aunque con un punto menos que el cuadro nazarí, mientras que el Cádiz era quien peor lo tenía, ya que era el único que no dependía de sí mismo para salvarse, ya que tenía que ganar y esperar que bien Osasuna o Espanyol puntuaran en sus respectivos partidos.

Los nervios se palpaban en los tres conjuntos, pero curiosamente, quien a priori tenía el encuentro más complejo, el RCD Mallorca, se adelantaría primero en el marcador. Un tanto de Ángel dejaba a los baleares en Primera división y tras el segundo gol por parte del equipo de Aguirre, la salvación se convertía en una lucha entre dos: Cádiz y Granada.

Sería el cuadro de Karanka quien tuviera la oportunidad de dejar prácticamente la salvación solventada con un lanzamiento de penalti ejecutado por Jorge Molina y que el veterano delantero mandaba fuera. Tres minutos después, y tras un pase de Iza Carcelén, el Choco Lozano adelantaba al Cádiz en Vitoria y mandaba al Granada a Segunda división.

Un gol lo cambiaba todo, bien del Granada o del Alavés. El cuadro andaluz lo intentó hasta el final, pero entre el mal acierto de cara a gol y las buenas actuaciones de Diego López fue incapaz de anotar. Sin embargo, el enésimo error arbitral de la temporada pudo haber mandado a los gaditanos a Segunda división.

En el tramo final de partido, y tras un remate de cabeza de un futbolista del Alavés, el balón golpeaba en la espalda de Espino, quien saltó con los brazos abiertos. El colegiado Sánchez Martínez señaló los once metros, pero fue llamado por Medié Jiménez para que fuera a revisar la acción al monitor del VAR.

Tras analizar la jugada y reconocer el error cometido, Sánchez Martínez cambiaba de decisión y no pitaba penalti. Una acción, una jugada que pudo mandar al Cádiz a Segunda y salvar al Granada.
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