Análisis del Málaga-Sevilla

Que te ganen en intensidad...

Óscar MurilloÓscar Murillo
Seguir
2 min lectura
Que te ganen en intensidad...
- Óscar Murillo
El Málaga se llevó el partido ante el Sevilla merced a su tremenda eficacia, que rozó el 100%, pero también por su superioridad en el cuerpo a cuerpo en la segunda mitad. Los de Míchel ganaron el intercambio de golpes (literalmente en ocasiones) propuesto a los nervionenses, incapaces de aguantar ese ritmo vertiginoso del final e incomprensiblemente por debajo en intensidad que su anfitrión.

Con una efectiva presión alta, los de Sampaoli alternaron para arrancar el 1-4-4-2 asimétrico (con Sarabia por delante de Mercado, pero con la banda izquierda entera para Escudero, más Franco Vázquez por dentro y Correa arriba junto a Ben Yedder) con el 1-3-3-3-1, logrando que se jugara mayoritariamente en campo malaguista, aunque sufriendo también con algunas transiciones rápidas, ya que Míchel buscó la velocidad de Sandro, Jony u Ontiveros. Con todo, la buena gestión de los espacios y las ayudas por parte visitante ofrecieron enseguida réditos, con sensaciones positivas más allá de lo que dijera el marcador, salvo en el cuarto de hora previo al descanso.

En la reanudación, el partido enloqueció, con idas y vueltas que generaron errores penalizados en un altísimo porcentaje. Intensidad a impulsos que se confundía a veces con agresividad y que impedía a ninguno gobernar la contienda. Paradójicamente, el Sevilla hizo lo que parecía más difícil, levantarse justo después de haber encajado el 2-1, si bien el tercero de los costasoleños, con Llorente superando por arriba a los dos hombres más altos en el campo, supuso una inflexión definitiva.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram