Preparados para los octavos de final ante Senegal

Serbia 73-89 España: Los de Orenga no perdonan y acaban invictos la primera fase

La anfitriona volvió a demostrar que está a un gran nivel para afrontar la siguiente fase de la Copa del Mundo.

Serbia 73-89 España: Los de Orenga no perdonan y acaban invictos la primera fase
Ricky Rubio en una jugada del encuentro mundialista ante Serbia. - Redacción
La selección española de baloncesto ha cerrado este jueves una fase de grupos para enmarcar, sumando otra rotunda victoria frente a Serbia (73-89) y demostrando que está en perfecto estado para los octavos de final de la Copa del Mundo, que disputará el sábado contra Senegal.


Con ese quinteto que todo aficionado español puede recitar ya de memoria, la anfitriona repitió la fórmula empleada ante Brasil: un arranque demoledor que casi destilaba la sensación de que se estaba jugando un partido de profesionales contra juveniles. Un parcial de 20-34 en el primer cuarto. La proyección de España a ese ritmo era rozar los 140 puntos. Inhumano.


El rival tampoco se jugaba nada porque su cuarto puesto en el Grupo A era inamovible, pero el carácter balcánico tampoco entiende de relajación y Kalinici se enzarzó con Rudy Fernández en un rebote. Serbia ganaba en ese momento (13-10) y la belicosidad de su alero fue el golpe en la espoleta que enfureció primero a la afición y, por extensón, al equipo español.


El 79% en tiros de campo vivió una lógica rebaja en el segundo cuarto y Serbia se apuntó un parcial de 8-0 que le permitió volver a la batalla de la mano de Milos Teodosic, el inolvidable verdugo español en el Mundial de Turquía. Un espejismo. Ricky Rubio se la pasó por debajo de las piernas a un perplejo Miroslav Raduljica y España pegaba otro acelerón a su antojo (9-0). Llegaba el esperado 'alley oop' con Rudy Fernández y la máxima renta al descanso (35-54).


Siguió creciendo la ventaja hasta una máxima de 25, pero el exbaskonista Nemanja Bjelica (19 puntos) se empeñó en que su equipo dejará mejor imagen y llegara más entonado al duelo de octavos contra Grecia. Alguna frivolidad española con tanto viento a favor, como un tiro de tres de Serge Ibaka en contraataque que le costó el cambio inmediato, contribuyeron a la reacción serbia (64-74).


Otro espejismo. Orenga devolvió a pista a Pau Gasol y fin de la historia, aunque quedó tiempo para un feo epílogo con la expulsión de Djordjevic por sus histriónicas protestas y el encaramiento entre Bogdanovic y un Ricky Rubio que ya no se arruga ante nadie, todo un veterano a sus 23 años.