Ampi y el confinamiento vivido desde Italia

Ampi y el confinamiento vivido desde Italia
Ampi cree que reanudar las competiciones va a ser complicado. - Álvaro Sánchez
Desde el epicentro europeo del coronavirus, Amparo Jiménez 'Ampi' ha vivido con antelación la reclusión a la que el continente se ha visto obligada en el objetivo de vencer la guerra vírica. La jugadora sevillana de fútbol sala lleva ocho años en el país transalpino y ha visto como el COVID-19 fue paralizando la actividad habitual del mismo modo que España hizo días después aunque de manera más abrupta y cómo desde su residencia en Pescara, "un lugar tranquilo en el centro del país", el virus se propagó hasta el último rincón de 'la bota'.

"Pasó como en Madrid. Aquí empezó en el norte y cuando se fueron anulando las universidades y los trabajos la gente se fue a sus casas y se propagó por todo el país", cuenta a ESTADIO la futbolista.

En Italia, dice, la situación fue cambiando progresivamente hasta que se vieron obligados al confinamiento total. Al principio se paralizó el campeonato, pero continuó entrenando una semana más con su equipo, el Montesilvano, donde milita desde hace seis temporadas, hasta que el Gobierno declaró el estado de alarma y prefirió permanecer allí, sabiendo que la situación llegaría a España.

"Veo que aquí no hemos tenido un ejemplo en el que fijarnos. España en Italia veía que hacer. A mi madre dos semanas antes le decía que se lavara las manos y que comprara mascarillas porque aquí se estaban agotando y poco a poco llegaría. No nos podíamos fijar en China porque es muy grande. El hecho de tener un referente ha podido acortar los tiempos", explica.

De este modo, el panorama atisba salidas limitadas para principios de mayo, pero Ampi confiesa que la cuarentena hace mella: "Al principio lo llevaba bien porque tenia tiempo para cosas que antes no tenía, pero ya pesa y hay que tener la cabeza fuerte. Hay días que quieres salir y te afecta anímicamente, por eso hay que tener la cabeza equilibrada con rutina y positivismo, sino es imposible"

A expensas de lo que suceda con la temporada, la deportista oriunda del municipio hispalense de Arahal, se ejercita en casa, donde dispone de espacio para "no perder la forma y pasar el tiempo entrenando; sin embargo, cree que reanudar la competición plantea demasiadas incógnitas como para plantearla debido a que "no es lo mismo estar físicamente bien, que estar en la forma perfecta para jugar". "Si me dan un balón ahora no estoy bien, se necesitarían dos o tres semanas en el campo", apostilla.

En el caso del fútbol sala italiano, su equipo les ha pagado durante el tiempo que han estado entrenando, pero con la incertidumbre de si se recuperará el campeonato y cómo: "No se sabe qué sucederá porque se tienen que reunir los equipos con la federación para ver cómo proceder. No sabemos si se reanudará en junio o si harán un playoff con los cuatro primeros, depende de la situación. Yo creo que se anulará todo como en la mayoría de países. Si se termina no creo que nos paguen".

Aunque le gustaría volver a jugar, Ampi considera que es "un riesgo inútil" y que sería mejor dar por acabada la temporada, "pensar en la salud y hacerlo poco a poco sin prisas". Mientras tanto, se mantiene involucrada en actividades de la selección española femenina de fútbol sala.

"No me planteo volver de momento, tengo cosas que hacer y prefiero pasarlo aquí. Moverme sería ponerme en riesgo y no me apetece. Cuando vea que la situación está tranquila iré a ver a la familia, pero por ahora estoy tranquila y esperando que pase lo peor", expresa.