Este domingo 2 de febrero se ponía en juego el título Mundial de Balonmano, en un duelo final en el que Croacia y Dinamarca competían por el título más prestigioso. Y el partido acabó tal y como se esperaba, con Dinamarca logrando la hazaña y volviendo a proclamarse campeones del mundo. El equipo que dirige Jacobsen ha conseguido derrotar a Croacia por 26-32 y consiguen su cuarto Mundial de forma consecutiva.
Aún así, Croacia ha dado la cara ante los claros dominadores de esta competición y del balonmano en la actualidad. Y lo han hecho tras derrotar a Francia a en semifinal y haber dado la sorpresa en el torneo.
El marcador lo abrió Dinamarca, que desde el principio ha sido superior a los croatas, aunque la selección del país balcánico ha competido de tú a tú a la gran favorita y anfitriona de este campeonato, siendo capaces de perseguirles en el marcador para que no hubiera mucha diferencia. Pero a medida que avanzaba el tiempo los daneses cada vez estaba más cómodos en la pista, con unas actuaciones muy destacadas de Mathias Gidsel y Emil Nielsen, líder del ataque y guardián de la portería respectivamente.
Los últimos minutos de la primera parte han sido los más críticos para los croatas, que veían como Dinamarca sacaba el rodillo y empezaban a alejarse en el marcador. Además, tenían que encarar esta remontada con un jugador menos, después de la tarjeta roja que le mostraron a Marco Mamic por un agarrón al cuello demasiado peligroso.
La segunda parte fue más pausada y sin tanto ritmo, aunque con ataques y contraataques muy interesantes. Dinamarca seguía dominando, pero a medida que avanzaba el cronómetro se notaba todo el cansancio acumulado y bajaron el ritmo. Por ello, a falta de 10 minutos para el final, la selección croata empezó a acercarse en el marcador sin hacer mucho ruido y cuando quedaban 6 minutos empezaron a creer en la remontada. Pero una nueva suspensión de Srna y los 7 metros para los daneses, les hizo ver la realidad.
Finalmente, tras un último gol de Croacia en manos de Domagoj Duvnjak, a modo de homenaje ya que se despide de la selección, el partido llegó a su fin y Dinamarca se proclamó nuevamente campeona del Mundo gracias a una victoria por 26-32 ante el equipo revelación.
Con este triunfo en la final, los daneses no sólo conquistan el título, si no que también firman un torneo impoluto. No han cedido ni un sólo partido en estas tres semanas de competición y se confirman como el rival imparable en el Balonmano a nivel mundial.