El 'dopaje' de Nairo Quintana sigue dejando víctimas

El médico de Nairo Quintana en el Tour de Francia 2020 ha recibido una petición de un año de cárcel por haberse encontrado material dopante en su habitación, pese a que el ciclista colombiano no llegó a dar positivo

El 'dopaje' de Nairo Quintana sigue dejando víctimas
Nairo Quintana cuando corría en el Arkea - Cordon Press

El ciclismo es el deporte que históricamente más manchado ha estado por casos de dopaje. Algunos más graves, otros menos, pero en general cada poco tiempo vemos a algún gran ciclista dar positivo. Por ejemplo, hace cinco años en el Tour de Francia el 'cazado' fue Nairo Quintana, un caso que aunque ya es historia y de hecho no le ha impedido continuar con su carrera al colombiano, ahora en el Movistar Team, sí que sigue dejando víctimas en forma de culpables por lo que sucedió. Porque aunque en ese momento no diera positivo como tal, sí que hay muchos interrogantes alrededor de su médico de entonces.

Y es que la fiscalía francesa ha solicitado un año de prisión exento de cumplimiento, 5.000 euros de multa y siete años de inhabilitación para ejercer la medicina en Francia para el doctor colombiano Fredy Alexander Gonzales Torres, acusado de haber dopado al corredor durante el Tour de 2020. El médico fue juzgado en el Tribunal Correccional de Marsella, aunque no viajó a la ciudad francesa, donde se conocerá el veredicto el 2 de abril.

La Fiscalía presentó una serie de elementos que llevan a pensar que Gonzales Torres tenía material para dopar y que se ocupaba durante aquel Tour, el de la pandemia, de los hermanos Quintana, Nairo y Dayer, después de que el galeno del equipo estuviera de baja por covid-19. Gonzales Torres no había ejercido en el ciclismo, donde sus métodos naturistas pronto crearon sorpresa y donde no volvió a poner los pies tras ser detenido al final de aquel Tour de Francia, en el que Quintana también fue interrogado.

Pruebas muy claras que lo implican

En el centro de la acusación figura material para doparse, multitud de jeringuillas y una cantidad importante de suero fisiológico, además de un pañuelo con sangre que una prueba de ADN mostró que pertenecía a Nairo Quintana. El médico aseguró desde el primer momento que se trataba en su mayoría de material para su uso personal, además del botiquín que todo médico lleva consigo en una carrera de este tipo. Esa tesis fue repetida por el abogado del médico, Mohamed El Yousfi, que pidió la anulación del proceso por vicios de procedimiento y destacó que no existe ninguna prueba material que apunte al dopaje.

Sobre el pañuelo con sangre, el abogado recordó que Quintana había sufrido una caída en los días previos y que todavía tenía heridas.El caso saltó a la luz al día siguiente de que acabara la carrera, cuando se supo que los gendarmes habían registrado las habitaciones de los hoteles que ocuparon los ciclistas colombianos cerca de la estación alpina de Méribel. Los registros habían tenido lugar cuatro días antes y en ellos los agentes se incautaron de productos prohibidos por la Unión Ciclista Internacional y de material para efectuar inyecciones que suelen utilizarse para administrar productos dopantes.

Sin positivo, pero investigado a fondo

La Fiscalía de Marsella abrió una investigación que ha durado tres años, durante la cual ha efectuado numerosos interrogatorios y registros, pese a que ni Quintana ni su hermano dieron positivo en ninguno de los controles a los que fueron sometidos. No obstante, la relación del de Boyacá con las sustancias ilegales no acabó ahí, pues en su última participación en el Tour, en 2022, acabó sexto, pero fue descalificado dos semanas más tarde por haber dado positivo por tramadol, un producto prohibido por la UCI aunque no dopante, por lo que no fue sancionado.