Mireia Belmonte reconoce un "pecado" que le ha llevado a su situación actual: "Si echara la vista atrás..."
La campeona española se niega a retirarse pese a que tiene sus dos hombros maltrechos, especialmente el derecho, y sigue entrenándose cada día en Badalona

Mireia Belmonte advertía no hace mucho que, pese a no haber logrado clasificarse ni conseguir mínimas para los últimos grandes campeonatos, no se retira. La nadadora catalana, la mejor española de todos los tiempos, tiene claro que está en el ocaso de su carrera, pero quiere marcharse con la cabeza alta y no sufriendo como consecuencias de las duras lesiones que ha tenido que superar en los últimos años.
Por eso, por el referente que es, su legado va a ser importante. Oro en los 200 mariposa en los Juegos de Río 2016 y campeona mundial en esa misma prueba en el Mundial de Budapest 2017, además de atesorar tres medallas olímpicas más, dos platas en Londres 2012 y un bronce en los 400 estilos, y cinco metales más logrados en Mundiales. Un palmarés que, pese al crecimiento de la natación española en los últimos años, aún está muy lejos de los valores que llegan detrás.
"La realidad superó a mi ficción", asegura la catalana sobre cómo valoraría su carrera en una entrevista en La Vanguardia. "Aquella niña que empezó a nadar no podía imaginarse todo lo que vino" después. Mireia Belmonte tiene claro que tal vez cometió errores, pero que no se arrepiente de haber dejado una carrera para el recuerdo.
"No sé si cometí errores, pero al final es lo que toca. Cuando quieres llegar al máximo nivel, tienes que darlo todo cada día", advierte una Mireia Belmonte que, según admite, en ese momento sólo pensaba en "seguir" luchando por llegar a lo máximo. "Tal vez he pecado de seguir, seguir y seguir y no parar a tiempo. Si echara la vista atrás, a lo mejor en alguna época sí que hubiera parado para seguir en mejores condiciones muscularmente. No sé, creo que cuando estás lanzado, pararte tampoco es tan fácil", admite a los que le criticaban que no hubiera frenado para recuperarse mejor de las lesiones que luego le han lastrado.
Mireia Belmonte sigue entrenándose cuatro horas al día
Como es lógico, su preparación actual no es la de antes, pero no dice adiós a poder cumplir nuevos sueños antes de decir adiós. "Me entreno por mi cuenta, cuatro horas diarias en una piscina de Badalona, cerca de mi casa", afirma la nadadora española, quien se ve mejor día a día tras su última lesión. "Después de aquella reunión en Mallorca necesitaba un poco de descanso. Paré por un tiempo y luego volví a la piscina. Poco a poco he ido poniéndome al día. Al final mandan mis hombros y, en mi caso, repararlos es la prioridad", añade.

La reparación pasaría por el quirófano, pero también sería decir adiós de forma definitiva y eso, por ahora, no se lo plantea. "(Si se operara) perdería mucha movilidad y fuerza. De momento, no toca... Si lo he llevado a raya es porque he controlado el entorno del hombro, la escápula y el pectoral. Si refuerzas esas partes, el hombro no tiene que hacer trabajo extra. Lo hago con pesas", afirma una Mireia que tiene que lidiar, sobre todo, con un grave problema en su hombro derecho. "Está roto el tendón del supraespinoso, aparte de sufrir bursitis y tendinitis", reconoce.