El presidente ha inaugurado la exposición

Del Nido: "Aprendimos a ser grandes en el Mercantil"

Del Nido: "Aprendimos a ser grandes en el Mercantil"
José María del Nido ha inaugurado esta mañana una exposición abierta del estadio de El Mercantil.
“Es de bien nacidos ser agradecidos”. Así ha comentado José María del Nido su discurso de inauguración de la exposición abierta en el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla. Y por eso, “cien años después de que el Círculo Mercantil nos honrara con la libre disposición de su caseta para establecer allí los vestuarios y la sede de nuestro primer estadio, nos encontramos hoy aquí”, argumentó, elogiando aquel Sevilla que se gestó a comienzos del siglo XX.

De 1917 exactamente fueron las palabras elegidas para comenzar su alocución, concretamente de un acta de junta directiva presidida por Paco Alba: “Se acuerda cerrar el campo de juego y abrir un abono de sillas por precio de tres pesetas para toda la temporada. Igualmente se acuerda establecer una tribuna con cabida para treinta personas si el coste lo permite y otras dos más, una para la junta directiva y otra para la Federación. Las sillas de tribuna por abono se fijan en el precio de seis pesetas”.

Así reza un extracto del acta de junta directiva del Sevilla celebrada un 17 de septiembre de 1917, cuando la Sociedad era presidida por el memorable Paco Alba, también presidente de la Federación Andaluza del Fútbol. Aquella que empezaba sería la última campaña del viejo Campo del Mercantil, llamado así por estar situado detrás de la caseta de Feria del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla. No pensarían seguramente los firmantes de ese acta que pocos meses más tarde el Ayuntamiento, dirigido por aquel entonces por Pedro Rodríguez de la Borbolla, invitaría al Sevilla, por una reurbanización del lugar, a dejar su casa en el Prado de San Sebastián y buscar un nuevo emplazamiento, lo que dio paso a la instalación en nuestro segundo campo del fútbol, el de Reina Victoria”.

“Sin embargo, -ha comtinuado el presidente-, antes de llegar a ese final que hoy pretendemos subrayar como es debido, hay que hacer referencia a los cinco maravillosos años que pasamos en nuestro primer campo como tal, el primero con medidas reglamentarias de fútbol de toda en Andalucía, un lustro de éxitos y personajes ineludibles si queremos entender lo que hoy es el Sevilla. El 1 de enero de 1913, la actualidad nacional la copaba la dimisión del presidente del Gobierno, Antonio Maura, que precisamente era sustituido por Eduardo Dato, un nombre inmortalizado en nuestro barrio de Nervión, justo en al lado del Gol Sur de nuestro estadio. España por aquella época estaba en periodo de plena convulsión y en la capital sólo se hablaba del súbito adiós de Maura y, en menor medida, de la corrida benéfica que protagonizaron los tres hermanos Gallo, Fernando, Rafael y Joselito, en Córdoba… El fútbol en aquella época tenía un papel secundario, era cosa de valientes, y si de algo hablaba la prensa del país era de los duelos que disputaban esos días el Madrid y el Racing de París. Como se puede apreciar, lo que ocurre ahora, con los dos grandes y el resto, en realidad siempre ocurrió”.

Pero en Sevilla, la atención estaba puesta en otros hechos. “o, al menos, una parte de Sevilla se hacía eco de la gran noticia de ese 1 de enero de 1913 era otra: El Sevilla inauguraba su nuevo campo de juego, un hecho sin precedentes en Andalucía que fue conmemorado por todo lo alto. El gran acontecimiento lo recogía de la siguiente forma la prestigiosa revista La Exposición: “El día primero del actual se celebró en el prado de San Sebastián la inauguración oficial del nuevo campo que a la sociedad de reciente creación, el Sevilla Football Club ha cedido el ayuntamiento. Hállase emplazado a la espalda de la Caseta del Círculo Mercantil, que ha cedido galantemente su local de aquel sitio a la referida sociedad deportiva. El día del debut habíase engalanado el campo con gallardetes y banderas, amenizando el acto la banda municipal de música”.

Ha recordado Del Nido que “aquel match, disputado por dos equipos compuestos por jugadores del Sevilla FC, acabó con un fraternal 1-1 y supuso el pistoletazo de salida a una etapa gloriosa. Fue la época de la virtuosa Línea del miedo, aquella fabulosa delantera que dio al Sevilla FC su primera Copa de Andalucía en 1917, propulsándole luego a la condición de eterno campeón de nuestra tierra andaluza, ganando nuestro equipo 17 de los 20 torneos regionales que se disputaron hasta bien entrados los años 30. En este campo del Mercantil creció Spencer, con su imparable dribling, nuestro primer internacional junto a Herminio. En este campo afloró el talento exquisito de Kinké, ese aristócrata catalán en la vida y rey indiscutible del balón que encarnó como nadie la que comenzó a conocerse como escuela sevillista, luego escuela sevillana… Allí también se curtió el bueno de Pepe Brand, que lo ganó todo como jugador, pero que sobre todo, más tarde, fue campeón de Copa como entrenador tanto en categoría amateur, como con el primer equipo del Sevilla en 1939, pasando luego a ser ojeador de indudable éxito, trayendo a irrepetibles como Juan Arza o José María Busto. Fue la época también del imprescindible mandato de Paco Alba que, tras suceder a José María Miró Trepat, fue quien gestionó la creación del campo, dotó a nuestro Sevilla de sus primeras estructuras, de unos estatutos modernos, de las primeras actas de juntas directivas… Paco Alba, en definitiva, fue quien revolucionó el Sevilla, todo ello con el Campo del Mercantil como telón de fondo”.

Un campo, “el primer estadio propiamente dicho en Andalucía, comparecieron por primera vez grandes clubes de España e incluso internacionales. El Benfica, el Real Madrid, con el mismísimo Santiago Bernabéu vestido de corto, el Atlético de Madrid, el Athletic Club, el Espanyol de Barcelona… ¿De verdad alguien puede dudar que fue en ese primer estadio donde se asentó definitivamente el fútbol y el Sevilla FC en nuestra ciudad? Pero, además de todo eso, el Campo del Mercantil simbolizó en su momento la unión de dos sociedades imprescindibles hoy y hace cien años, dos instituciones centenarias: el Sevilla y el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, una unión de vínculos sinceros, que tiene en quien fuera nuestro presidente en los años sesenta, Juan López Sánchez, a su máximo exponente, porque compatibilizó la dirigencia de ambas entidades durante varios años, siendo el presidente de ambas”, añadió el máximo mandatario sevillista.

“Como reza el refranero popular, de bien nacidos es ser agradecidos. Y por eso, cien años después de que el Círculo Mercantil nos honrara con la libre disposición de su caseta para establecer allí los vestuarios y la sede de nuestro primer estadio, el Sevilla viene hoy a su sede para inaugurar una exposición que deja constancia de aquel Sevilla de comienzos de siglo, aquel Sevilla de 1913 a 1918 que comenzó a tomar las riendas del fútbol andaluz para no soltarlas jamás. Resumiendo, aprendimos a ser grandes en el Campo del Mercantil. Y eso tienen que saberlo todos los sevillistas, de ahí a la exposición que inauguramos”, agradeció Del Nido que, para terminar, hizo alusión “un siglo después a las palabras de Miró Trepat, que siguen teniendo vigencia porque este Sevilla actual, igual que aquel que comenzó a hacerse grande en el Mercantil, se mueve por los mismos ideales de disciplina, victoria y admiración de los demás. Una vez más, demostramos con hechos nuestra voluntad por no olvidar y dar su sitio a las personas, acontecimientos y lugares que en su día fueron determinantes para estar hoy aquí. Es la única forma de proceder, porque ésa es la única manera, sabiendo de dónde venimos, de saber con firmeza a donde queremos ir", apostilló el presidente.

"Gracias a todos los que han hecho posible esta exposición, a los que han trabajado sin descanso para que hoy y durante 16 días esté abierta a todos los sevillanos y visitantes para puedan disfrutar de ella, al Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla por cedernos sus instalaciones y a nuestros precursores, por permitir que hoy seamos lo que somos”, culminó.