El
Ramón Sánchez Pizjuán ya conoce cuáles serán sus rivales en la disputa para acoger la final de la
Europa League de 2019, algo que la
UEFA decidirá el próximo mes de septiembre.
La opción del estadio del
Sevilla, el club con más títulos de la historia de la competición y el único que la ha ganado tres veces seguidas, es la que ha presentado la RFEF. La UEFA decidirá entre siete recintos, algunos bien conocidos por la afición sevillista como el escocés Hampden Park, de Glasgow, donde los blanquirrojos conquistaron su segundo entorchado de la entonces copa UEFA en 2007, o el Boris Paichadze Dinamo Arena, de Tiflis (Georgia), donde el Sevilla jugó se la Supercopa de Europa en con el Barcelona en 2015. También ha jugado el Sevilla en Champions en el Mercedes-Benz Arena de Stuttgart, Alemania. Es una de las opciones que plantea el país teutón junto al Commerzbank Arena de Frankfurt, con capacidad para 51.500 espectadores y cuya última remodelación data de 2005 previa al Mundial de Alemania.
Con todo, los estadios más modernos contra los que tendrá que competir el
Ramón Sánchez Pizjuán son el Olímpico de Bakú, Azerbayán, y el Vodafone Arena de Estambul, donde juega sus partidos el Besiktas. El Estadio Nacional de Bakú fue terminado en febrero de 2015, está catalogado como cuatro estrellas por la UEFA y tiene capacidad para 69.870 espectadores.
Por su parte, el Vodafone Arena de Estambul, construido sobre el solar en el que se ubicaba el emblemático BJK Inonu Stadium, con capacidad para 43.500 espectadores e inaugurado en abril de 2016.
Enrique García2 min lectura