Rico maneja ofertas en firme

Rico maneja ofertas en firme
El Sevilla tiene su portería en el aire. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez3 min lectura
"Si pagan la cláusula, no podemos hacer absolutamente nada. En la planificación que le he entregado al entrenador, están Vitolo, N'Zonzi o Sergio Rico". Lo dijo Óscar Arias, sin que ni siquiera le preguntaran por el futuro del portero. En el Sevilla saben que la continuidad del canterano está en el aire. Sus 23 años, su presencia en las listas de la selección española, su progresión constante y el buen cartel, en general, de los guardametas españoles ha hecho que, tanto a su agencia de representación como al club, hayan llegado varias llamadas para preguntar por sus condiciones. 

En Nervión pensaron en satisfacer el deseo de David Soria de abandonar el club, en busca de minutos. Lo quieren Deportivo, Levante o Las Palmas, principalmente. Lo que se estudiaba era qué hacer tras la salida del madrileño. Una opción pasaba por subir a Caro, e incluso a Ondoa, mejor portero de la Copa de África de Naciones y mejor portero de la primera fase de la Copa Confederaciones, aunque no se descartaba acudir al mercado, dejar a Caro en el filial y hacer caja con el camerunés. Pero, tras saber en la planta noble del Sánchez-Pizjuán que existen opciones reales de que algún club pueda pagar la cláusula de Rico, se le ha cerrado la puerta a Soria, dando como motivo que a Eduardo Berizzo le gusta y quiere contar con él.

Realmente, el argentino es muy de dar minutos a todos sus porteros, si éstos tienen nivel, pero la realidad es que Rico ya maneja ofertas en firme para abandonar el Sevilla. Ofertas de varias ligas, aunque los principales pretendientes están en la Premier League

No sería algo inminente, en cualquier caso. El canterano se encuentra de vacaciones, ahora en las Maldivas, desconectando y dedicando unas horas al día a entrenarse. Pero el asunto está ahí. Se está moviendo, porque invertir 30 kilos en un portero en crecimiento, que puede ofrecer más de 10 años al máximo nivel, no es mucho. Para algunos, no en vano, casi calderilla. 
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